La Visibilidad Down nos enriquece a todos

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Concienciación sobre el síndrome de Down
Concienciación sobre el síndrome de Down

19 de julio 2025 - 08:04

Dr. Antonio Arcas de los Reyes
Dr. Antonio Arcas de los Reyes

Este tiempo donde nos toca vivir. Donde sociedad avanza hacia mayores cotas de inclusión, la visibilidad de las personas con síndrome de Down sigue siendo una tarea incompleta, se están dando pasos significativos, pero aún nos queda un largo camino por recorrer para que esta visibilidad no sea solo puntual o simbólica, sino real, constante y transformadora.

El síndrome de Down no es una enfermedad, sino una condición genética que afecta al desarrollo cognitivo y físico de las personas. Tan solo en Andalucía, según datos recientes, más de 4.000 personas viven con esta condición. Sin embargo, su presencia en la vida pública, en los medios de comunicación, en el empleo o en la política sigue siendo marginal. Esta falta de representación tiene consecuencias profundas, no solo para quienes tienen síndrome de Down, sino para toda la sociedad, que pierde la oportunidad de enriquecerse con su diversidad.

En el constante intento que se hacen con Las campañas institucionales, nos suelen mostrar imágenes amables, sonrisas y frases inspiradoras. Y aunque estas iniciativas son necesarias, corren el riesgo de presentar una visión parcial y edulcorada. La visibilidad real nos debe conducir a mostrar también las dificultades, los retos diarios, la lucha de las familias por acceder a recursos educativos y sanitarios adecuados, y la persistente discriminación que aún sufren en muchos ámbitos.

Existen asociaciones y entidades con una labor encomiable, pero insuficiente si no va acompañada de una voluntad política firme y sostenida. No se trata solo de dar espacio a las personas con síndrome de Down en campañas puntuales, sino de garantizar su presencia activa en los procesos de toma de decisiones que les afectan. La visibilidad va más allá de ser visto: implica ser escuchado, valorado y tomado en serio. Es un derecho, no un gesto de caridad.

No basta con promesas o buenas intenciones. Es necesario que los presupuestos públicos reflejen una apuesta decidida por la inclusión. El futuro pasa por cambiar la mirada. Por dejar de ver a las personas con síndrome de Down como sujetos pasivos de atención y convertirlos en ciudadanos activos, con derechos, opiniones y talentos.

En definitiva, visibilidad y síndrome de Down no deben ser conceptos que solo se entrecrucen en los discursos institucionales, sino en las políticas públicas, en las calles, en las aulas y en los centros de trabajo. Solo así lograremos una sociedad más justa, plural y verdaderamente inclusiva.

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