Freno de tambor: qué es, cómo funciona y cada cuanto tiempo cambiarlos

Si te gusta el sector de la automoción, es posible que hayas oído hablar de los frenos de disco. Pero, ¿y el freno de tambor? ¿Qué es exactamente? En la siguiente guía te lo contamos todo sobre el freno de tambor.

Guía | todo sobre el freno tambor

La realidad es que el funcionamiento de esta pieza es menos conocido. De hecho, su uso ha disminuido considerablemente en los vehículos en los últimos años. Algo entendible si tenemos en cuenta que se usan desde el año 1902 y que se tienden a instalar en los coches más pequeños y de motor más modesto.

Si tu coche viene con freno de tambor, lo encontrarás en las ruedas traseras, con frenos de disco en las delanteras. Esto es así porque solo se hacen cargo entre el 25% y el 30% de la potencia de frenado.

Componentes

¿De qué se compone un freno de tambor? De lo siguiente:

• Tambor: se trata de la pieza móvil que cubre el sistema de frenado y va anclado a la rueda. Es lo que la persona ve en el momento de mirar un freno de tambor montado y el que recibe a la fuerza de frenado para desacelerar o detener el coche.
• Zapatas: es la superficie para presionar la cara interna del tambor y de esta manera crear la fricción que hace falta para parar el vehículo.
• Bombín hidráulico: mediante el líquido de frenos, consigue ejercer una presión para que los pistones mantengan las zapatas de freno a una distancia constante respecto al tambor.
• Muelles de retorno: su objetivo pasa por retraer las zapatas tras pisar el freno. Tenemos dos, uno para la zapata primaria y otro para la secundaria.
• Mecanismo de ajuste: se asegura de mantener el espacio mínimo entre la zapata y el tambor. Si la zapata se desgasta y el espacio es más grande, se puede ajustar.
• Plato: en esta pieza van fijados los componentes internos del freno de tambor. Es decir, los bombines, los muelles, el mecanismo de ajuste y las propias zapatas.

¿Cómo es el funcionamiento de un freno de motor?

Para entender más para que se usa el freno motor en los vehículos, es importante pararnos a ver su funcionamiento.

Para funcionar, siguen el mismo principio que los frenos de disco. Esto es, dos zapatas y un pistón que las empuja contra el tabor gracias a un circuito hidráulico. Asimismo, contiene un mecanismo de ajuste, el del freno de estacionamiento y muchos muelles.

En el momento en el que se pisa el pedal del freno, el pistón desplaza las zapatas contra el tambor. Los muelles recuperadores hacen que las zapatas puedan mantener su lugar y vuelva a su posición tras hacer su función.

Para ello, es importante que las zapatas se ubiquen cerca del tambor sin tocarlo. En el caso de que se alejen, el pistón va a necesitar más líquido para recorrer la distancia y el pedal del freno se hundirá.

Hay coches que vienen con uno que se activa cuando se usa el freno de mano y se puede desajustar si no se emplea durante mucho tiempo. Digamos que, hay que moverlo periódicamente.

También hay que tener en cuenta que los tambores no son la mejor opción en cuanto a las altas temperaturas. Los componentes están dentro de una estructura metálica y el calor que se acumula no tiene a donde ir. Este aumento reduce la presión y hace que los frenos sean menos efectivos. Lo mismo si tienen agua dentro.

¿Cada cuánto tiempo cambiarlos?

En cuanto al mantenimiento, lo cierto es que la carcasa de los frenos de tambor puede durar tranquilamente entre 250.000 y 300.000 kilómetros.

Cuando se haga el cambio, es importante comprobar que hay suficiente líquido de frenos. También podrías necesitar una pinza de freno para el tambor del coche.

Además es imprescindible cambiar las pastillas de freno siempre que sea necesario, con el objetivo de que el coche frene bien y sea seguro sobre la carretera. Si te preguntas por su coste, en el siguiente enlace puedes hacerte una idea de las pastillas de freno precio, para que las consigas de forma fiable y en un clic.

¿Te ha quedado alguna duda sobre el tambor de freno? Si tu coche lo lleva, recuerda que en Oscaro encontrarás todo lo que necesitas a la hora de cambiarlo.