'Bendito castigo', el debut en la novela de la gaditana Gisela López

La gaditana Gisela López Angeriz ha cocinado a fuego lento durante tres años su salto a la narrativa. Así, la escritora, que ya había publicado un poemario, se lanza a novelar con Bendito castigo, una obra que ya está a la venta y que ha sido autoeditada con la colaboración del sello Universo de Letras, perteneciente al grupo Planeta.

A caballo entre una narración intimista y un ensayo sobre la condición humana vestido de ficción, López Angeriz ha armado una trama de mirada larga que se erige sobre la fortaleza de dos personajes: Claudia, una joven veinteañera que no logra desembarazarse de la pesada carga que supone la estricta moral de su educación de la niñez y que le ha birlado, desde hace años, las ganas de reír; y José Manuel, un profesor que aterriza para remover esos cimientos y convulsionar su existencia.

Una y otra vez, el concepto de lo correcto, del ideal moral que sobrevuela nuestras vidas preside una novela que viene a seguir, según su autora, este mantra: "La moral no es tuya, ni mía. La moral es católica en Europa y protestante en América. La moral se vende a los intereses, se compra. La moral no es nada. Y sus férreas normas te encierran en la figura de oveja, color blanco pureza, te hacen berrear al unísono y te colocan en las idealizadas praderas del cielo".

La autora novel, además, apuesta fuerte por su novela que se incluye en el programa Maestría de Universo de Letras, que ofrece la posibilidad de incluir la obra en un catálogo exclusivo formado por los manuscritos con alto potencial editorial y comercial. Así, Bendito castigo tiene ya este certificado de Maestría que le asegura visibilidad en diferentes espacios nacionales e internacionales.

Gisela López Angeriz cursa estudios de Filología Clásica en la Universidad de Cádiz y es autora del poemario Exilio de un corazón libre, publicado en 2021.

Sinopsis

A sus 23 años, hace ya cinco que Claudia dejó de reír. Centrada en sus estudios y en la quimera de lo correcto, vive siguiendo el camino que un día le marcaron. Hace ya cinco años que Claudia enterró a su madre y, desde entonces, permanece encerrada en sí misma. Cuando decide sacarse el carné de conducir,

conoce a José Manuel, el profesor que tambalea los cimientos de unos valores que, en casa, le enseñaron incuestionables. Con su peculiar forma de ver el mundo, sin rendirle cuentas a nadie, Claudia comienza a ver más allá de los límites de su ética, esa que le había sido heredada, pero no elegida. José Manuel se presenta como el primer eslabón de una cadena de avance y ruptura, culpa y liberación, del cambio que Claudia necesita para ser, por sí misma y para el resto de su vida, una mujer libre.