El patrullero 'Río Segura' se convierte en una de las atracciones del muelle

Si los galeones atracados estos días en el puerto de Cádiz aportan la historia a la Feria Mar de las Libertades el patrullero Río Segura, de la Guardia Civil del Mar, representa la modernidad en la navegación actual.

Se trata además del primer patrullero oceánico adquirido nuevo, ya que los otros dos, el Río Miño, atracado también en el puerto gaditano, y el Río Tajo, en Canarias, fueron antes un pesquero japonés y un buque de salvamento construido en Alemania, respectivamente.

El Río Segura fue entregado a la Benemérita en el puerto de Cádiz por el vicepresidente del Gobierno y ministro del Interior, Alfredo Pérez Rubalcaba, el pasado 26 de febrero, tras haber sido construido en los Astilleros Gondán de Figueras, parroquia del concejo asturiano de Castropol.

Este periódico ha tenido ocasión de conocerlo por dentro junto con el comandante José María Dueñas, jefe del Grupo Marítimo del Estrecho, y el teniente Carlos González, responsable del Grupo Marítimo de Canarias, donde va a tener su base el superpatrullero, concretamente en el puerto de Las Palmas.

El buque, de 73 metros de eslora, 12 de manga, 4,2 de calado y 2.100 toneladas de desplazamiento, dispone de dos hélices azimutales Schottell, que permiten que giren 360 grados y que actúen como timones, así como con otras dos en proa Rolls-Royce, con motores principales MTU, lo que le permite alcanzar desde una velocidad económica de 14 nudos a otras a tope de 17.

En cuanto a las comunicaciones, incluye telefonía vía satélite y sistema de transmisión de datos; tienen una enfermería, con los medios más modernos, incluyendo un desfibrilador, además de un programa de telemedicina que le permite conectar con el Hospital Militar Gómez Ulla en Madrid en caso necesario. Dispone también de una sala de náufragos, con capacidad para 60 personas, con los servicios correspondientes.

Cuenta asimismo con dos embarcaciones auxiliares, una de casco de aluminio y una zodiac, que pueden navegar a una velocidad de 50 nudos y retirarse del barco unas 10 millas. También dispone de cinco lanzagranadas, fusiles de asalto y armamento convencional. Destaca además un helipuerto en la popa y un sistema de abastecimiento de combustible para ese tipo de aeronaves.

La dotación, con 20 personas, la forman guardias civiles con el título de patrones del servicio marítimo, que luego en la Facultad de Ciencias Náuticas de la UCA obtienen el certificado de navegación oceánica, en las especialidades de puente o máquinas, tras un curso de un año de duración, y personal civil de la empresa Gauzón Ibérica, que complementa la dotación, tanto en puente como en máquinas y cocina.