"La pobreza y la desigualdad son problemas de voluntad política"
La directora general de Intermón Oxfam expone en el Foro de Cádiz los retos a los que se enfrenta la ONG
"Es contradictorio que en un lugar tan espectacular como el Casino de Cádiz toque hablar de pobreza, pero toca". Así inició ayer su conferencia Ariane Arpa, directora general de la ONG Intermón Oxfam, en el Foro de Cádiz patrocinado por el Casino Gaditano, Cajasol y Diario de Cádiz.
Bajo el título "Los nuevos retos de la cooperación internacional al desarrollo", la máxima responsable entró al fondo del tema cuando dijo que "aparentemente, la situación actual es mejor que la de hace unos años: la economía ha mejorado, el acceso a la educación es mayor y la tasa de mortalidad ha descendido". Pero las apariencias engañan: "cada vez hay más pobreza y es más desigual".
Y puso varios ejemplos: "África es el gran continente olvidado, y América Latina sufre grandes bolsas de desigualdad, su economía ha experimentado un importante desarrollo pero se ha repartido de forma distinta, es decir, la franja de pobres es cada vez más pobre". Arpa habló también de desigualdades entre el campo y la ciudad, "en el mundo rural la pobreza se suaviza gracias a distintas redes de apoyo, pero en las ciudades, donde la pobreza está cada vez más presente, la red de apoyo se pierde, la tasa de violencia en el ámbito familiar es más alta y la falta de valores está muy presente", aseguró la valenciana.
En su listado de desigualdades incluyó también las que existen entre hombres y mujeres. "Ellas son víctimas por partida doble, explicó, por pobres y por mujeres. En muchos países ellas no tienen el control de lo que pueden aportar a sus familias", aseguró. En la mayoría de los casos, "si la mujer aporta dinero a la familia lo destina a los hijos, a su educación, a la casa. Pero los hombres suelen destinar una parte importante a su ocio personal". En cuanto al género, la directora general de Intermón Oxfam recordó el caso de India, "donde la mortalidad de los niños de entre 1 y 5 años es un 50 por ciento superior entre las niñas".
Además de la pobreza y la desigualdad en el mundo, Ariane Arpa denunció ayer en el Foro de Cádiz la disminución del respeto de los derechos humanos, lo que provoca que "cada vez más se den oportunidades a que se creen o perpetúen situaciones de pobreza en el mundo". En este sentido, dijo, "me preocupa la banalización sobre la falta de respeto por los derechos humanos, y Guantánamo es el mejor ejemplo". En datos: "de los 140 países considerados democráticos en el mundo, 100 tienen grandes problemas de derechos humanos".
Pero "lo más triste es que esto no se debe asumir como una fatalidad puesto que hay recursos suficientes para mejorar la situación". El motivo "no es la falta de medios", según Arpa, "es un problema de voluntad política", sentenció. Por ello, "son los distintos gobiernos, las empresas -pues muchas multinacionales cuentan con un presupuesto superior al de países africanos-, la sociedad civil y los propios ciudadanos quienes tienen que reaccionar".
El nuevo mapa de pobreza, desigualdad y falta de respeto por los derechos humanos "nos plantea una revisión de nuestro modo de trabajar". Por ello, la relación entre la ONG y los gobiernos "ya no sólo se basa en el dinero", dijo, y relató que "Intermón Oxfam hizo campaña contra la guerra de Iraq y en ese momento tuvimos que rechazar un fondo del Gobierno por ser en ese momento un país beligerante". Además del dinero, continuó, "es muy importante la sensibilización, las campañas, la presión política que podamos hacer y dar a conocer todos los datos de nuestros informes que, por cierto, a veces se comentan muy poco y, sin embargo, jamás nos han supuesto una denuncia por parte de ningún gobernante".
Los cambios "por los que trabaja la ONG no son radicales, ni deben serlo", adelantó Arpe, al frente de Intermón Oxfam desde julio de 2005. Entre "nuestros retos se encuentra, por ejemplo, el cambio climático. Éste no es un problema del futuro, para los países del sur ya lo es, y se ha traducido en una disminución de la superficie agrícola, ha provocado desplazados climáticos que con el tiempo serán muchos más, y ha aumentado la dificultad de acceder al agua". Es "fundamental definir un modelo de desarrollo para estos países, un modelo distinto al nuestro".
Arpa, licenciada en Ciencias Políticas y Filología Árabe, se detuvo unos minutos en exponer la relación de la ONG con las empresas, "en este caso tampoco se trata sólo de recibir fondos, ahora cobra mayor importancia la responsabilidad social corporativa", dijo, y criticó el "efecto moda" que ha generado este asunto. Hoy en día "no hay nada que regule este asunto en las empresas y en muchas ocasiones el ciudadano no distingue lo que es un simple barniz y lo que se está haciendo bien. Por ello, es fundamental la transparencia y la coherencia de las empresas". Para lograr sus intenciones, Arpa apuesta por la "transparencia" de la ONG y aspira a conseguir de forma responsable "un mundo más justo".
También te puede interesar
Lo último