En las coloridas páginas de un comic-book se sucedieron las peripecias de este grupo de jóvenes, bendecidos con unos poderes que les hacían especiales.

Bajo la inflexible tutela del Dr. Miles Moniker se enfrentaron a mil y un peligros, convertidos en guardianes de la paz y tranquilidad en Spyral City.

Pero eso fue en el mundo de la ficción…

Sus cómics alcanzaron el éxito, y Jane Ito, la artista que plasma sus aventuras en las viñetas, goza de cierta fama entre los acérrimos seguidores del super grupo.

Pero la realidad es otra, mucho más gris y triste. Ya que cuando Jane regresa a su pequeño apartamento, se encuentra sola ante su tablero de dibujo, con una página en blanco a la que enfrentarse.

Y es justo entonces cuando lo que se pensaba que era una invención aparece en la forma de uno de los miembros del grupo, el cadavérico Jack Sabbath, que sacrificó su envoltura moral por el ciego amor que le profesaba a Snapdragon, a la que perdió para siempre entre las garras infernales del todopoderoso Espectro Blanco.

Obviamente, su regreso y aparición tan solo tienen un objetivo: recuperar a su amada Alexis, cosa que no va a ser sencilla, ya que sus compañeros hace ya tiempo que perdieron el contacto y los recuerdos, construyeron nuevas vidas y, la verdad, no entra en sus planes tener que enfrentarse a un ser que les hizo morder el polvo…

Sus nombres de batalla fueron Jack Sabbathm Strobe, Straka, Snapdragon y Kid Boom. Más sus tiempos de peripecias juveniles quedaron atrás.

Llega a las librerías españolas un nuevo capítulo en esa increíble saga que conocemos como Black Hammer, en la que su creador, el fértil guionista y dibujante Jeff Lemire, ha construido de la nada un espectacular, misterioso y apasionante universo superheroico que no tiene nada que envidiarle al de otras editoriales.

Y lo ha hecho acompañado por una legión de artistas que salen del canon al que estamos acostumbrados, otorgándole una personalidad gráfica a las peripecias de esos personajes, residentes la mayoría en la ficticia urbe bautizada como Spyral City.

En este caso particular disfrutaremos de una historia que abre el volumen, en forma de prólogo, en la que el coguionista Ray Fawkes y el dibujante español David Rubín nos llevan de la mano a la Cabaña de los Horrores, donde la misteriosa Libélula recibe una inesperada visita.

De ahí saltaremos sin paracaídas dentro del relato protagonizado por estos ex héroes que ahora tratan por todos los medios de tener una existencia lo más normal posible.

Como es marca de la casa, Lemire otorga a sus creaciones con unas personalidades y problemas muy humanos, pese a moverse en un universo donde lo maravilloso, y lo letal, aguardan a la vuelta de la esquina.