Curar las heridas, las físicas y emocionales. Así es como encontramos al supergrupo de los Exiliados al principio de este segundo volumen. En sus anteriores peripecias han perdido a Khan, una de sus miembros y el recuerdo de ella les asalta una y otra vez.

Pero claro, este es un cómic de superhéroes, así que Destello, Lobi, Nate y Valquiria no van a tener demasiado tiempo para lamerse las heridas, ya que el misterioso artefacto conocido como el Tallum, que les permite saltar de una realidad alternativa a otra, los va a llevar al Lejano Oeste, a protagonizar un western que mezcla el mejor argumento ideado por Sergio Leone con unos peligrosos mutantes que aterrorizan el lugar.

Allí se van a encontrar con la pandilla de Magnus, unos tipos de poco fiar y muy peligrosos, con los que tendrán sus más y sus menos hasta que en el horizonte aparece la solitaria silueta de un hombre de piel oscura, un aliado llamado T´Challa…

Junto a él se van a enfrentar a la verdadera amenaza, la locura reencarnada en la figura del Pastor Xavier, de cuyo inmenso poder les va a resultar muy complicado escapar.

Pero este es solo el principio del loco viaje que los protagonistas van a vivir, ya que el siguiente salto va a ser interrumpido por un grupo de Vigilantes rebeldes y extremistas, no a los que estamos acostumbrados los lectores habituales de Marvel, estoicos y silentes, sino unos más siniestros, que someten a juicio al grupo, rememorando el pasado de todos y cada uno de ellos, incluyendo a sus nuevos aliados.

Afortunadamente, cuando todo parece perdido para ellos, el Tallum los saca del embrollo (por decir algo) y los mete de cabeza en el mundo de Aladino, Alí Babá, Simbad y Sherezade… Las mil y una noches será el siguiente y peligroso mundo al que el grupo capitaneado por Destello tendrá que enfrentarse, sin tiempo para respirar, y luchar contra un villanesco visir que se esconde tras una máscara metálica…

Tras las dos primeras peripecias escritas por el guionista de la serie, Saladin Ahmed, que se ha convertido en una de las plumas más solicitadas de La Casa de las Ideas, ilustradas ambas por un Rob Reis (claro discípulo de uno de los grandes, Bill Sienkiewicz) y Joe Quiñones, recuperamos, con el perdón del resto del staff gráfico del título, al verdadero espíritu de esta colección, el dibujante español Javier Rodríguez, que como siempre acostumbra, nos va a llevar por un auténtico tour de force visual, extrayendo de cada página todo el jugo narrativo y demostrando su talento en un cómic que, pese a su cancelación tras doce increíbles entregas, queda en nuestras estanterías como una de esas pequeñas grandes joyas que Marvel ha publicado en los últimos años.

Y como colofón al argumento, un encuentro, un enfrentamiento con lo inesperado, el deformado reflejo del espejo que hará que Destello y Cía se encuentren al borde del abismo, ante un dilema que puede llevarlos a final de su camino, separados, y sufriendo en una realidades alternativas que no son las suyas.

¿Podrá escapar este variopinto grupo a esta pesadilla de mundos alternativos? Panini te da la respuesta en este maravilloso segundo volumen que sirve como colofón a las apasionantes aventura de los Exiliados.