Es muy habitual que en los desayunos que consumen los españoles tengan presencian los zumos y el pan tostado, dos opciones que no son tan saludables como se podría imaginar, por lo que deberían evitarse y dejar paso a unos alimentos más recomendados para la primera comida del día.

El pan debería ser integral, pues el blanco, que tiene un índice glucémico elevado, nos podría generar un pico de glucosa, algo que "afecta negativamente al estado de ánimo, al sueño, al peso, a la fertilidad, al sistema inmunitario y aumenta el riesgo de tener enfermedades coronarias", como indica la bioquímica Jessie Inchauspé en la revista Clara.

En nuestros desayunos también deberíamos consumir proteínas de buena calidad, por lo que encima de ese pan integral podríamos incorporar un huevo cocido o algún fiambre que contenga un alto porcentaje de carne. Las grasas saludables, como las que aporta el aceite de oliva virgen extra, las sardinas, el yogur griego o el aguacate, también serían recomendables en la primera comida del día.

La fruta, asimismo, también debería formar parte de nuestros desayunos, aunque no en forma de zumo, por más que este sea natural. Cuando utilizamos, por ejemplo, una naranja para prepararnos uno, perderíamos en el proceso gran parte de la fibra que nos aportaría y muchos de sus nutrientes. Además, si tomamos la pieza al natural, la absorción de los azúcares sería más lenta.

Por lo tanto, es muy recomendable añadir una pieza de fruta a nuestro desayuno, y hay una en concreto que, por los beneficios que nos aporta, es la ideal.

Esta es la fruta que debes añadir a tus desayunos

Hablamos del plátano, una fruta que podemos encontrar durante todo el año y que nos aporta vitaminas A y C y minerales como potasio, hierro, manganeso y magnesio. Además, nos proporciona fibra, que favorecerá la sensación de saciedad y, por lo tanto, hará que se reduzcan las ganas de picar un snack poco saludable en las horas siguientes.

Esta fruta, además, es especialmente recomendable para las personas que realizan ejercicio, pues sus carbohidratos le aportarán la energía necesaria y el potasio que contiene reducirá el riesgo de sufrir calambres. También deben destacarse sus propiedades antioxidantes, que protegería a quien añada este alimento a su dieta de las enfermedades cardiovasculares.

Otro de los puntos fuertes de este alimento es la facilidad para combinarlo con otros que también podrían forma parte de nuestro desayuno, pues encaja perfectamente en un bol que contenga yogur griego, que nos aportará grasas saludables, y semillas, que nos proporcionarán proteínas.

Esta fruta también podríamos utilizarla como ingrediente en un batido saludable, acompañando a la leche, a unas cucharadas de avena y a un poco de zumo de limón.