Alegría capital en Algeciras La Balona pierde en Granada y se complica más su futuro
Un golazo de Javi Medina tumba al Cádiz en el minuto 93 y desata la fiesta albirroja
Alegría capital. Algeciras en estado puro y duro. La humildad y el trabajo pudo con los millones y los renombres. El Algeciras Club de Fútbol derrotó al poderoso Cádiz Club de Fútbol con mucha garra y entrega, amor propio ante la presupuesta calidad de un rival sin alma, que jugó a un partido muy distinto y lo terminó pagando. De Javi a Javi y gana porque lo merece. Medina, emuló a Fernández para marcar un golazo por la escuadra en el minuto 93 de partido y dar un triunfo de toma y guárdalo, con eco del de hace dos temporadas. El Nuevo Mirador explotó de felicidad y liberó tensiones de una semana durísima que acabó con gesta, hazaña, cánticos y lágrimas. Ésto es el Algeciras.
Pero no fue cosa de fortuna, no. Fue por un gran trabajo defensivo general, que nubló las ofensivas lentas y previsibles, repetitivas, del Cádiz. Y mucho, mucho esfuerzo. Tanto que incluso pareció que lo iba a pagar con derrota en ciertos minutos del segundo acto, pero ni el rival supo ver y aprovechar eso ni los rojiblancos son de bajar los brazos. Había demasiada rabia contenida.
Baldomero Hermoso Mere, técnico del Algeciras, ganó la partida a un Claudio Barragán en entredicho. Iba a ser una partida larga, muy táctica, con todas las fichas siendo importantes. No hubo jaque mate como en la primera vuelta, si es lo que esperaba el Cádiz. Este Algeciras es muy distinto. Santi Luque hizo un destrozo a Juanjo, que parecía un ser inferior al jugador malagueño, que desbordó una y otra vez. El peligro amarillo llegó a balón parado, rematando cada saques de esquina, que fueron muchos. Josemi sacó los guantes y salvó a los albirrojos en los primeros minutos de los remates de Migue González y Álvaro García.
El primer tramo de partido se jugó en las áreas, la intensidad tenía altura. El meta del Algeciras voló para salvar un despeje de Máiquez que se fue a su propia portería, mientras que los locales reclamaron penalti sobre un activo Migue Montes.
El colegiado empezó a desquiciar a los locales. Muy protestado por la grada. A partir del 29', el conjunto de Mere tomó el mando y llegó con asiduidad a la zona de peligro pero faltó movilidad y conexiones. Santi Luque, con una falicidad sonrojantes para un rival, se plantó en varias ocasiones en situación de disparo tras sortear a jugadores amarillos. Le faltó el gol o ese pase que diera la opción de disparo de un compañero.
El Cádiz jugó cuando tenía el balón demasiado pausado, falto de nervio y sin actitud de ir a comerse a un rival inferior en muchos aspectos pero que no lo parecía para nada. Más bien al contrario. Marrufo e Iván hicieron ese trabajo destructivo que quiso Mere. Sin la posesión, sin embargo, los de Claudio sí fueron más contundente e incluso duros. Aridane, que tuvo muchos problemas, hizo un puñado de faltas a todo el que se le acercaba.
El Algeciras era el que realmente quería llevarse el partido y, sobre todo, creyó en ello. La fe que mueve montañas y, en el fútbol, da sorpresas mayúsculas. Santi siguió a lo suyo y en el 52' pudo marcar pero su disparo lo paró Cifuentes. En el minuto 63', y con el Algeciras dejando muchos metros a su espalda, llegó la más clara para el Cádiz. Salvi encaró a Josemi, con metros y espacio, a su derecha estaba un compañero pero se lió solito. Ni tiró ni pasó y el 0-1 se fue desviado.
El choque entró en momentos de ida y vuelta. Es fácil pensar que, en esas, el Cádiz tiene más opciones por pegada y calidad, pero no. Entonces apareció Javi Medina. Era el milagroso minuto 93. Alvar encontró al de Valencina, que controló, se dio la vuelta entre amarillos y casi sin ángulo se sacó un disparo alto y potente que entró por la escuadra contraria del Cádiz. Al gol le acompañó una explosión en forma de grito. Fue tarde de fiesta en el Nuevo Mirador.
La Balona dejó buenas, muy buenas sensaciones en su visita al Nuevo Los Cármenes, donde se hizo acreedora a un mejor resultado. La Balona se presentó en Granada con un planteamiento muy estudiado. El míster tejió una tela de araña y cerró las vías de acceso a su área a un rival al que llegó a arrebatarle el esférico durante muchos minutos, pero ante el que pagó caro sus errores en uno y otro área.
El Granada B no encontraba la fórmula para crearle peligro a la Balona, que otra vez dejó sobre el césped una imagen solidaria y a la que su esfuerzo pareció pasarle factura en el último tramo de la primera mitad.
Fruto de esos minutos llegaron los primeros escarceos y el primer tanto, una vez más en una jugada que tenía su origen en un córner. Cuero peinó la bola en un centro y el esférico le cayó a Pawel, que apenas tuvo que empujarla.
La Balona no acusó el golpe y de hecho la tuvo clara, pero clara, para haber restablecido el empate antes del descanso, en una jugada por banda de Javi Gallardo a cuyo centro llegó en situación totalmente ventajosa Espinar, pero su disparo lo atrapó el que acabaría por ser el más determinante de los jugadores, el meta David Robador.
Tras el paso por vestuarios, los balonos lo intentaron de nuevo nada más arrancar. Juampe lanzó demasiado flojo, aunque bien colocado, un golpe franco. Y después llegó la segunda acción polémica del choque. José Ramón fue sujetado y derribado cuando se dirigía al marco, aunque fuera del área. Mientras los visitantes se dirigían al árbitro para solicitar la expulsión de su rival... el trencilla sorprendió amonestando al punta albinegro por fingir la caída. Desde fuera daba la sensación de que el empate estaba al caer y fue precisamente entonces cuando llegó el 2-0. Cliford se la envió a Brian, que ya dentro del área golpeó con virulencia al esférico sin controlarlo y cogiendo por sorpresa a Lolo Soler.
El partido se había abierto y en el 69' los albinegros volvían a disfrutar de opciones. El chileno Navarrete utilizó las manos para protegerse la cara y el indiscutible penalti lo transformó Espinar.
Al conjunto de casa le temblaban las piernas y José Ramón la tuvo clarísima a diez del final, pero otra vez se interpuso en su camino David Robador.
Granada B: David Robador, Nico, Brian, Carmona, Pawel, Sergio Martín, Sergi Guardiola (Denilson, 75'), Navarrete, Wilson Cuero (Boateng, 87'), Clifford y Nabil Jaadi (Matheus, 92'). Balona: Lolo Soler, Manu Palancar, Joe, Carlos Guerra, Javi Gallardo, Ismael Chico, Gabriel (Blas, 64'), Juampe, Mauri (Zamorano, 46'), José Ramón y Espinar. Goles: 1-0 (37') Pawel. 2-0 (50') Brian. 2-1 (70') Espinar, de penalti. Árbitro: Montoro Garrido (jienense). Amonestó al local Pawel y a los visitantes Mauri, Ismael Chico y José Ramón, así como al entrenador, Manolo Ruiz. Incidencias: Encuentro disputado en el Nuevo Los Cármenes de Granada ante unos 400 espectadores.
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