El Unicaja tiene en su plantilla algunos elementos capaces de decidir un partido en un final apretado. El principal debe ser Joel Freeland, superior a casi todos sus rivales cuando postea en el uno contra uno. Cuenta además con Gerald Fitch, capacitado para tiros imposibles. Y, desde esta campaña, con Tremmell Darden y Kristaps Valters. Chus Mateo tiene varias opciones. Pero el baloncesto es caprichoso y quiso que ayer, el salvador, el autor de la canasta ganadora fuese Berni Rodríguez. Un hombre acostumbrado a vivir a la sombra de jugadores con mayor talento ofensivo, entregado siempre a las labores oscuras, las que menos lucen. Ayer tuvo su momento de gloria.

El Unicaja, tocado tras encajar un triple casi definitivo de Roberts, disponía de 13 segundos para jugarse una última posesión. Tenía la bola para ganar el partido y cualquier falta le llevaba a la línea de tiros libres. No era mal panorama, pero Valters eligió mal. Se jugó un triple tras recibir un bloqueo, desestabilizado y cuando aún quedaban más de cinco segundos, y el balón rechazó en el aro. Pero por ahí andaba el capitán, más listo que ninguno, para agarrar el rebote y lanzar un tiro bombeadísimo que daba momentáneamente el triunfo al Unicaja. Faltaban 4 segundos y Roberts tuvo después la opción de dejar a Berni con cara de circunstancias pero su triple postrero no entró. Era su momento.

Lo celebró el Unicaja a lo grande. El triunfo adquiere un valor tremendo. El que dan las victorias a domicilio en la Euroliga. El que otorga dar un puñetazo sobre la mesa en casa de un rival directo. La paliza inicial en Atenas ha sido corregida con dos sufridos y eso allana el camino hacia el Top 16.

El equipo cajista sigue creciendo desde la confianza y seguridad que dan los éxitos, pero el resultadismo no debe ocultar las carencias. Se le atragantan, por ejemplo, los inicios de partido. Le cuesta arrancar y ese calentamiento previo que parecen necesitar los hombres de Chus Mateo les cuesta algunas veces tener que vérselas desde el principio con un panorama complicado. Le pasó en Santiago y San Sebastián. También ayer. Con Valters como director de juego titular por primera vez esta temporada debido a los problemas físicos de Rowland, el Brose Baskets abusó en las primeras acciones de la debilidad defensiva del letón. Roberts recurrió al bloqueo directo y así consiguió castigar a la defensa malagueña con dos tiros exteriores que comenzaron a impulsar a los alemanes (5-4). Cuando no encontraba un tiro cómodo, daba con algún compañero suelto, sin defensa. Y así, Jacobsen y Gavel pudieron anotar desde la línea de tres sin problemas.

El 22-11 fue el techo para los alemanes. Doblaba el equipo teutón al cajista cuando Chus Mateo se puso manos a la obra. Sentó a Valters y Fitch, el norteamericano una vez más en su línea gris de esta campaña, y metió a Rowland y Berni. El equipo comenzó a defender mejor, el acierto local fue virando hacia unos porcentajes más normales y el ataque malagueño comenzó a ver el aro. Un 0-7 firmado por Zoric, Berni y Freeland metió al Unicaja en el partido (24-20). Probó después el técnico madrileño con la zona, coincidiendo con la entrada en la pista de Sinanovic, y ahí el equipo comenzó a sentirse más a gusto. Buenísimos minutos de Darden, perfecto atrás y delante, y parcial de 7-19 para gozar de la primera renta (29-30).

Solventado el susto inicial, el Unicaja fue llevando el partido a su terreno. El saltarín Slaughter hacía daño en la pintura, pero los hombres altos del Unicaja dieron un paso al frente en la reanudación. El tercer cuarto fue cosa de ellos. De Freeland, de Zoric, de Sinanovic. Todos los puntos cajistas en ese periodo llegaron desde las alturas, salvo un tiro libre de Fitch. Llegó a mandar el equipo malagueño hasta por 8 puntos (48-56), pero ahí le faltó oficio y acierto para noquear a los alemanes, que aprovecharon la circunstancia para colarse de nuevo en el partido (61-60). Un triple de Berni volvía a estirar la goma nada más comenzar el último periodo (61-66), aunque los numerosos errores ofensivos impidieron un final tranquilo. Darden mantuvo al equipo en el caos ofensivo que aprovechó Tadda para erigirse en el héroe momentáneo del duelo y Valters tiró de sangre fría para anotar dos tiros libres claves (75-77) que anuló Roberts (78-77). Ahí apareció Berni, héroe en Bamberg.