El presidente el Real Betis, Miguel Guillén, afirmó ayer que al club sevillano le parece "indecentes e indignantes" las formas empleadas por la Liga de Fútbol Profesional (LFP) y el Atlético de Madrid para aplazar el partido previsto para el próximo lunes en el estadio Benito Villamarín.

"No nos dejan opción ninguna. Hay dos cuestiones importantes, las formas y el fondo. El Atlético defiende sus intereses, es legítimo, pero las formas nos han parecido indecentes e indignantes. Estamos decepcionados. Un organismo como la LFP no se ha dignado a levantar el teléfono y comunicar a una de las partes implicadas el problema que se estaba planteando", señaló.

"Una cosa es que esté en su derecho -el Atlético de Madrid- y otra la forma en la que han acontecido los hechos. No entendemos que no tengan la decencia de levantar el teléfono para hablar con nosotros. Nosotros lo hubiéramos hecho de otra manera", ha insistido Guillén.

El presidente del club hispalense ha señalado que la afición del Betis "es soberana y sabe lo que debe hacer" y ha anunciado que acudirán "a los organismos donde se deben debatir este tipo de cosas con el buen fin de buscar una solución a este problema". "Sería algo irresponsable tomar medidas drásticas que irían en perjuicio de la entidad", agregó.