Diego Narbona se proclamó por segundo año consecutivo campeón de España de Resistencia en la categoría D1 este pasado fin de semana en el Circuito de Navarra, donde más de 5.000 personas se acercaron al trazado de Los Arcos para ver los entrenamientos y las carreras de la Copa de España de Resistencia, Copa Clío, Open de España de Prototipos y la Copa Open Circuito de Navarra.

El piloto jerezano revalida de este modo el galardón que ya obtuvo el pasado año, un título que sabe diferente al primero debido a la gran competencia que ha habido en una categoría abierta este año a la Copa Peugeot (con su propia clasificación) y que ha contado con ilustres del automovilismo español, casos del doble campeón de España de Rallies Esteban Vallín, los hermanos Jonathan y Óscar Gómez o los siempre competitivos Fernando Navarrete y Gonzalo Martín de Andrés. En inferioridad de condiciones, el jerezano Diego Narbona, junto a su equipo, el DNG Sport, ha vuelto a demostrar que la categoría D1 se le queda ya pequeña y pide a gritos la ayuda necesaria para dar el salto.

Narbona partía con la ventaja de 12 puntos sobre Navarrete-De Andrés con las dos últimas mangas que repartían los últimos 36 puntos de la temporada. El jerezano tuvo infinidad de problemas en la primera carrera ya que en la misma recta de salida fue embestido por un piloto de la Copa Ibiza y sólo pudo acabar noveno, previo paso por los boxes para arreglar el desaguisado, y con cuatro vueltas de desventaja.

El problema fue menor porque sus más directos rivales tampoco tuvieron el santo de cara: Navarro y De Andrés, con problemas de neumáticos, sólo acabaron dos puestos por delante mientras que Vallín corrió peor suerte que Narbona, ya que su Peugeot no pudo seguir en pista tras la caótica salida.

En la segunda manga, Diego Narbona sumó los 18 puntos aunque desde el paso por boxes para cumplir el hándicap sabía que el segundo puesto le daba el título.

El feliz desenlace no tuvo un inicio fácil. El piloto jerezano sufrió problemas de motor en los entrenamientos libres. En su primera vuelta notó que el sonido del motor del Ford Fiesta no era del todo fino yendo a revoluciones altas. Vuelta a boxes para revisar un problema que se tardó en detectar. Cambio de bujías y regreso a la pista para ni siquiera completar un giro completo, ya que el tiempo de entrenamientos había acabado.

En los oficiales la cosa cambió y el piloto jerezano no tuvo el más mínimo problema para firmar las poles para ambas mangas. Luego, en la primera carrera los problemas de la salida casi le cuestan la carrera y quién sabe si el título. El coche resultó dañado sobre todo en la dirección y tras acabar como pudo los mecánicos del equipo realizaron "un trabajo perfecto" para hacer el coche lo suficientemente competitivo para la segunda carrera.

Diego Narbona agradeció el trabajo de la manera que mejor sabe: ganó con autoridad la carrera y se proclamó por segundo año campeón de España.