España muestra su rostro de aspirante

Balonmano l Europeo de Austria

Los de Valero Rivera dejan escapar la victoria ante Francia tras remontar una diferencia de seis goles con un juego de altura

Alberto Entrerríos trata de lanzar ante Sorhaindo.
Alberto Entrerríos trata de lanzar ante Sorhaindo.
J. Villanueva (Efe) / Wiener Neustadt

23 de enero 2010 - 05:02

La selección española de balonmano demostró que puede aspirar, y con todos los méritos, a lo máximo en el Campeonato de Europa, tras empatar 24-24 con la todopoderosa Francia, en un encuentro en el que los de Valero Rivera desperdiciaron las dos últimas posesiones para ganar.

Toda una lástima para el equipo español, que demostró estar hecho de la pasta de los campeones, tras remontar en la segunda parte una desventaja de hasta seis goles (18-12), que hubiera hecho rendirse a cualquier rival.

Pero no a los pupilos de Valero Rivera, que apretaron los dientes en defensa hasta maniatar a los vigentes campeones olímpicos y mundiales, que parecían incrédulos ante la reacción de un equipo español que llegó a Austria inmerso en un mar de dudas.

De la mano de Alberto Entrerríos, que asumió la responsabilidad ofensiva en los últimos minutos, España llegó a situarse con un gol de ventaja (23-24) y con la posesión de balón a menos de un minuto de la conclusión.

Sin embargo, una inoportuna pérdida de balón de Cristian Malmagro acabó con las opciones españolas de sentenciar al conjunto galo, que igualó (24-24) la contienda en la jugada inmediatamente posterior por medio de un penalti transformado por Guillaume Joli.

Con todo, el cuadro español aún dispuso de una última posesión, que la dura defensa francesa falta tras falta se encargó de agotar, para conceder un último lanzamiento, ya con el tiempo concluido, que Iker Romero no pudo materializar.

Un empate que, pese a dejar un sabor amargo, no debe empañar el sólido juego mostrado por España, especialmente en el comienzo de la primera mitad, en la que sacó de la pista a Francia, con una profunda defensa 5-1, que permitió a los de Valero situarse con un ilusionante 1-4.

Pero al campeón olímpico y mundial, del que se cansaron de advertir los internacionales españoles en la previa que es un hueso muy duro de roer, le bastaron un par de imprecisiones en ataque del rival para engancharse nuevamente en el tanteador (4-5).

Pero Valero Rivera tiene claro el camino y redobló su apuesta con la entrada en pista de dos centrales como Chema Rodríguez y Raúl Entrerríos. Lástima que entonces faltara precisión en los lanzamientos, algo que no había sucedido hasta ayer al equipo español, que atascado en ataque, se aferró a su defensa, con un acertadísimo Hombrados que permitió con sus intervenciones llegar a España al descanso con empate (10-10) en el marcador.

Una solidez defensiva que se resquebrajó al inicio de la segunda mitad con la exclusión de Malmagro, lo que permitió a Francia dar un estirón en el luminoso 15-11. Momento clave para conocer la auténtica talla de la selección, para conocer si las opciones de medalla son reales o una mera ensoñación y, por lo visto ayer, el podio quizá no quede tan lejos.

FRANCIA: Omeyer, Abalo (4), Sorhaindo (1), Dinart, Karabatic (5), Fernandez y Guigou. También jugaron Karaboue (p.s.), Guillaume Gille, Bertrand Gille (4), Narcisse (3), Joli (4p), Junillon, Bosquet (1) y Ostertag. ESPAÑA: Hombrados, Víctor Tomás (2), Gurbindo, Chema Rodríguez (1), Romero (1), Juanín García (6,3p) y Aguinagalde (6). También jugaron Sterbik (p.s.), Alberto Entrerríos (4), Garabaya, Prieto, Raúl Entrerríos (2), Ugalde, Malmagro (2), Aguirrezabalaga y Morros. Árbitros: Gousko y Repkin (bielorrusos). Excluyeron por dos minutos a Sorhaindo, Karabatic, Fernandez y Ostertag, por el combinado francés, así como a Malmagro y Prieto (2), por España. Marcador: 1-4, 4-6, 5-7, 8-9, 9-9, 10-10 (descanso); 13-11, 17-12, 18-14, 20-16, 21-20 y 24-24. Incidencias: Encuentro correspondiente a la tercera y última jornada del grupo D del Campeonato de Europa de Austria 2010.

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