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Federer ante la motivación de ganar torneos

Haberlo visto regresar con triunfos de un momento de fragilidad reforzó más la popularidad de Roger Federer, que cree que los amantes del tenis se sienten aún más identificados con él tras comprobar que no es perfecto.

"A mucha gente le gusta estas historias de grandes regresos. Se identifica más fácilmente con ello que con periodos de grandes dominios, en los que siempre se gana o todo va bien. Tal vez la gente ahora me entiende mejor que antes", dice el suizo.

Su inicio mágico de temporada, con la conquista del Abierto de Australia y los Masters 1.000 de Indian Wells y Miami, resultó sorprendente incluso para él mismo. "Apenas puedo creer que todo haya salido así", reconoce.

Cerca del hotel, ubicado a una altura de 1.470 metros, se encuentra la casa de campo que Federer compró para descansar junto a su esposa y sus cuatro hijos. Antes de emprender el viaje a Dubái, donde realizará una minipretemporada mientras se disputa la gira europea de arcilla, en la que todavía no tiene decidido si jugará en Roland Garros.

"Cuando hayamos terminado con el trabajo en Dubái, me volveré a sentar con mi equipo y veremos si cambiamos a la arcilla o no. Veré cómo me siento, si pasó algo en el medio, ya sea en lo físico o en lo mental. Como veo las cosas de momento, sí jugaré Roland Garros, pero hasta el 10 de mayo pueden pasar muchas cosas", dijo.

Pasan las semanas y aún no cree del todo Federer que le haya sucedido lo que le ha sucedido en este primer tramo de la temporada. Después de la lesión, al suizo le han sorprendido multitud de imágenes, "prácticamente todo". "Que el cuerpo haya aguantado. Que haya estado al nivel mental. Que haya podido celebrar tantos éxitos. Que haya podido tener la constancia de jugar día a día al más alto nivel... Lo que no me sorprendió es no haber perdido la alegría de jugar, pero después ha sido casi todo una sorpresa para mí. Pasar de no jugar en absoluto a jugar mucho suele ser difícil. Apenas puedo creerlo".

Lo que no ha perdido es el hambre por ganar sin desmayo. "Es lo que más me motiva", reconoce, aunque confiesa que no le preocupa el puesto mundial: "Eso viene sólo si juego bien los grandes". ¿Y si gana Wimbledon, que ya ha conquistado siete veces, se retirará?

"No lo he pensado. No creo que un triunfo vaya a cambiar nada. Creo que serán más bien el cuerpo o la cabeza los que me digan que es el momento de terminar", apostilló Federer.

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