La colosal actuación de Sergio García en los segundos nueve hoyos, certificando ocho birdies en esa parte del recorrido, dejó asombrado a todos en el Bridgestone Invitational, uno de los torneos que componen los campeonatos del mundo de golf. Eso ocurrió en la noche del viernes al sábado en Akron, donde se celebra este certamen en el que no hay corte, cuando el español se colocó líder en solitario con 11 bajo par después de fabricar la mejor ronda de juego de toda su carrera, según comentó al final de la segunda jornada.

Era imposible mantener tal grado de precisión en la tercera ronda, aunque García, número cinco del ranking mundial, mantuvo el tipo y sigue al frente de la clasificación cuando sólo quedan 18 hoyos por delante para decidir al vencedor. Empezó con la inercia del día anterior el levantino, con birdies al 2, 4, 6 y 11, cometiendo un bogey en el 14 poco antes de que se parara el juego por lluvia. García volvió tras el agua y ató tres pares para continuar en cabeza en Ohio (-14).

Deberá andarse con ojo con Rory McIlroy, reciente vencedor del Open Británico y que ya acumula tres Grand Slam en su palmarés. El norirlandés zanjó su tercera ronda con cuatro bajo par y un acumulado de -11, mientras que el australiano Marc Leishman también está al acecho (-9).

Miguel Ángel Jiménez perdió 14 puestos ayer después de terminar con +2 el día y afrontar al par la jornada dominical. Pese al mal inicio, el malagueño se recompuso y firmó dos birdies al final. También mejoró el madrileño Gonzalo Fernández Castaño (+7), aunque pinchó en el 18 con un doble bogey después de llevar cinco menos hasta entonces. En cambio, el barcelonés Pablo Larrazábal vivió un sufrimiento en sus carnes con un triple bogey, cinco bogeys y un solo birdie que lo alejaron a la parte trasera de la clasificación con +12.