El partido de categoría cadete entre el Liberación y La Jerezana disputado este sábado en el Anexo Pedro Garrido acabó con graves altercados, invasión de campo, agresiones de padres de uno y otro equipo entre una ingente multitud de personas y con el delegado del equipo de La Jerezana sufriendo un infarto del que se recupera satisfactoriamente tras ser intervenido en el hospital de Jerez. Igualmente, se tuvo que atender a una persona por un ataque de ansiedad.

El encuentro entre los dos primeros clasificados del Grupo 3 de la Tercera Andaluza concitó una expectación inaudita, con más de 500 espectadores en las pequeñas instalaciones del Anexo, muchos de los cuales habían presenciado el Afición Xerez contra el Xerez DFC de categoría juvenil que se disputó antes y que decidieron quedarse al siguiente partido.

Los ánimos se fueron calentando durante el duelo y la primera secuela la sufrió el delegado del equipo visitante. El hombre comenzó a presentar un cuadro compatible con una angina de pecho, se llamó a la ambulancia y fue trasladado al Hospital, donde se le practicó un cateterismo, recuperándose en cuidados intensivos satisfactoriamente y estando prevista su pase a planta este lunes.

La entrada en la instalación deportiva de la ambulancia la aprovechó un numeroso grupo de jóvenes "que estaban haciendo botellón en la explanada del aparcamiento del Pedro Garrido" para acceder al Anexo, relatan testigos presenciales, por lo que el aforo se desbordó. Había aficionados incluso subidos en el techo de los antiguos vestuarios que dan a la avenida Blas Infante y en esos momentos sólo había cuatro policías nacionales en el campo, un número insuficiente para contener lo que estaba por venir.

En lo que al partido respecta, el juego estuvo interrumpido durante unos 10 minutos, el portero de La Jerezana sufrió también el impacto de una piedra, según relata Carlos Armario, director deportivo de la entidad, y al término del encuentro -que acabó con 1-3 para los visitantes- hubo una invasión de campo, teniendo que refugiarse los jugadores de ambos clubes en los vestuarios ante el tumulto, llegando a las manos padres de uno y otro equipo, según relatan fuentes consultadas.

La Policía Nacional se personó con cuatro furgones para intentar poner orden, llegando a sacar las porras para dispersar. Asimismo, se tuvo que abrir la parte trasera de la instalación para que los padres de los jugadores -14 y 15 años- pudieran meter sus coches y sacar de allí a sus hijos, saliendo escoltados por la Policía Nacional casi a las doce de la noche.

En los vídeos que desde la noche del sábado circulan por grupos de whatsapp y otras redes sociales se puede ver la gran cantidad de personas -la mayoría chavales- que se encontraba en las instalaciones del Anexo Pedro Garrido al término del encuentro y cómo se forma un tapón en la entrada a los vestuarios del Polideportivo Vega 'Veguita'. "No pasó algo más grave porque Dios no quiso", comenta una de las personas que presenció los incidentes.