Guerra por la liga y en la Liga

La ACB inicia una nueva campaña marcada por los problemas internos, aunque está más abierta que nunca

Pablo Salvago

29 de septiembre 2017 - 02:16

El triunfo del Valencia Básket en la pasada campaña supuso aire fresco en una competición que ha entrado en un peligroso bucle autodestructivo. La brecha económica entre unos pocos elegidos y el resto es cada vez mayor y cada uno defiende su posición sin mirar lo que es beneficioso para el conjunto del baloncesto nacional. En medio de una guerra que aún mantiene sus espadas en alto, no sólo en el territorio nacional sino también en todo el mundo con la batalla entre la FIBA y competiciones como la Euroliga, fundamentalmente, y la NBA, la Liga Endesa arranca más necesitada que nunca de espectáculo para no terminar de desencantar a un aficionado que no acaba de entender los conflictos de los ascensos y descensos, por qué un equipo que debió bajar sigue en la competición, cómo se llegaron a plantear siquiera un campeonato con un número impar de participantes y por qué cuando el resto de ligas van a 18 competidores aquí hay quienes abogan por ir a 16 reduciendo el trozo de pastel para los más modestos.

Resolver estos problemas es necesario, así como encontrar sustituto a Francisco Roca, que dejará la presidencia en poco tiempo. Quizá el tiro de gracia se lo dio el Betis, que ganó en primera instancia, con la obtención de medidas cautelares, un conflicto legal que en la sede de la calle Iraider no supo manejar. La institución zozobra, aunque no todo son malas noticias. La renovación de Endesa como principal patrocinador, poniendo nombre a la Liga, se extenderá hasta 2021, para alcanzar los 10 años en total.

Además, la competición empieza a ganar en emoción una vez que las condiciones para ascender cambiaron tras las medidas impuestas por la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia. Ahora quedar entre los dos últimos sí que tendrá sus consecuencias, aunque la Liga está resquebrajada casi por la mitad con nueve equipos que pelearán por la Copa del Rey y otros nueve que lo harán por evitar el vagón de cola.

La temporada 2017-2018 arranca con el conflicto latente por las ventanas FIBA, que pondrán a los jugadores de clubes de la Euroliga entre la espada y la pared. Entre sus equipos y las selecciones, en definitiva, si no se alcanza una solución. Tampoco será fácil reducir la Liga Endesa a 16 participantes como quieren los grandes, deseosos de aligerar el calendario de encuentros por algún lado para hacer frente a una sobredimensionada Euroliga con una liga regular de 16 equipos con cuartos y Final Four y que paga bien. Mejor que la ACB. ¿Pero de verdad quitar cuatro partidos de la competición nacional, con desplazamientos cómodos, es la solución?

La ACB necesita reinventarse porque el manido discurso de ser la segunda mejor liga del mundo está ya obsoleto. El dinero está ahora en China, Israel, Rusia y Turquía y el éxodo de estrellas que buscan los dólares es cada vez mayor. Y ligas como la alemana, italiana y francesa van ganando peso en Europa por su organización. Se va perdiendo prestigio y poco a poco se quedará sin grandes referentes. Ésta será la última temporada de Álex Mumbrú y a otros ilustres como Juan Carlos Navarro, Felipe Reyes o Rafa Martínez se les va a acabando la cuerda.

Pero arranca la competición y todo quedará, de momento, en un segundo plano. La liga arranca con un Barcelona-Baskonia en el que los azulgrana quieren mostrar si su renovación les da para volver a pelear títulos frente a un rival que se reiventa año a año y que siempre da la talla. Ahora con caras conocidas como Prigioni en el banquillo y el regreso de Granger y Marcelinho Huertas, tras su paso por la NBA. El Barça intentará reverdecer viejos tiempos de la mano de Kevin Seraphin, Heurtel o Pressey, pero de nuevo el favorito, con permiso del campeón Valencia, será un Real Madrid que tendrá en Doncic el líder que perdió por la lesión de Llull.

El Unicaja de Joan Plaza promete guerra tras el buen papel del año pasado. A Nedovic se le ha sumado otro ex NBA como McCallum y Shermadini, que dan un salto de calidad para luchar por todo. Gran Canaria y Andorra deber ser fijos entre los ocho primeros, y el resto se pelearán entre la ilusión de meterse en la Copa o los play off siendo el conjunto revelación, como lo fue el Tenerife, o los nervios por eludir un descenso que este año de nuevo sí será efectivo. Hagan juego, que será una temporada movida.

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