Hamilton cobra vida

Lewis Hamilton le arrebató el liderato del Mundial de Fórmula 1 a Fernando Alonso al convertirse en el séptimo ganador en siete carreras disputadas, en el Gran Premio de Canadá, donde Sergio Pérez (Sauber) fue tercero. El británico ganó en Montreal por delante de Romain Grosjean y del mexicano una carrera en la que Alonso, que como en las dos anteriores citas optó por una estrategia a una sola parada, concluyó quinto tras perder tres puestos en los últimos ocho giros por al desgaste de sus neumáticos.

El inglés comanda ahora el Mundial más apretado de los últimos tiempos con 88 puntos, dos más que el español y con tres de ventaja sobre Sebastian Vettel, que salió desde la pole y fue cuarto. Alonso no pudo rematar un fin de semana en el que Ferrari había causado buenas impresiones desde el inicio, con una jornada de libres, el viernes, en la que sólo Hamilton había mejorado su tiempo y antes de firmar el mejor sábado de la temporada.

Sin embargo, el sábado también había evidenciado su buen momento Red Bull, monoplaza con el que Vettel había firmado la trigesimosegunda pole de su carrera. A su lado salía Hamilton, ansioso por unir su nombre al de los seis ganadores anteriores.

Con cielo azul y sol, la puesta en escena fue limpia. Hamilton no atacó a Vettel y optó por defender su segundo puesto ante Alonso, ganador en 2006 en el Gilles Villeneuve, mito de Ferrari y de la Fórmula 1 fallecido hace 30 años en Bélgica. Tanto el inglés como Vettel y Alonso partieron con neumáticos superblandos. El alemán fue el primero en parar, en la vuelta 16, una antes que Hamilton, momentos en los que Alonso lideró provisionalmente la carrera antes de entrar a garaje en la 19.

El asturiano entró de nuevo primero en pista por delante de Hamilton y de Vettel -todos ya con blandas-, y si el español enseguida se vio superado por el británico, aguantó sin mayores problemas las embestidas del alemán. Después de 23 vueltas, el inglés lideraba con 2,1 segundos sobre Alonso, que seguía presionado por Vettel. Por detrás, Raikkonen y Pérez, que con el compuesto más duro aún no habían parado, circulaban cuarto y quinto, respectivamente.

Hamilton marcaba vueltas rápidas y fue abriendo hueco. En el ecuador de la prueba, el piloto de Stevenage encabezaba con cuatro segundos sobre Alonso, 5,8 sobre Vettel y una ventaja de 11,7 y 12,5 respecto a Raikkonen y Pérez, con Webber sexto, a 13,7. Entonces ya no rodaba el otro español, Pedro de la Rosa, retirado en la vuelta 26 por un problema de frenos.

Raikkonen paró en la 40 y Pérez una después, cuando Alonso no conseguía reducir distancias con Hamilton, pero contenía a Vettel. Equidistantes ambos, a poco más de tres segundos, del asturiano. Hamilton hizo su segundo pit stop en la 50, cediendo el primer puesto a Alonso y el segundo a Vettel. Pero comenzó a volar por detrás de ellos. Con Grosjean rodando cuarto, eran interesantes por detrás las batallas de Massa con un brillante Pérez y con Rosberg, sexto al final.

Hamilton adelantó a Vettel en la recta posterior a la horquilla, a falta de ocho para el final. Y una después, cuando paró Vettel, comenzó su acoso a un Alonso que se defendía con manos de oro hasta que no tuvo más remedio que ceder, en la 64, el bastón de mando, en la zona de DRS en la que, dos vueltas después, lo adelantó Grosjean. Pérez también voló y en la penúltima superó al asturiano, que rodaba con el neumático muy desgastado, como lo hiciera Vettel en el tramo final de una carrera en la que marcó la vuelta rápida en el último giro.

El mexicano, que brilló en Malasia, segundo, firmó ayer su segundo podio en la Fórmula 1 y se confirma como una de las revelaciones de la temporada.

Este emocionante campeonato que se reanudará dentro de dos semanas en Valencia, sede del Gran Premio de Europa.