Con su rebelión contra el muro de Mercedes Lewis Hamilton generó una profunda crisis de confianza dentro del equipo campeón del mundo de Fórmula 1. El jefe de la escudería alemana, Toto Wolff, no descartó que la actitud del británico, que ignoró las instrucciones desde el box y atendió únicamente a sus intereses en la fase final de la carrera en Abu Dhabi, tenga consecuencias.

"La anarquía no funciona en ningún equipo y en ninguna empresa. Se trata de encontrar una solución para evitar algo así en el futuro", señaló el directivo. "Vimos en peligro la victoria. Desde hace tres años supeditamos todo al tirunfo delas carreras", explicó el enfadado Wolff, que vio cómo Vettel se acercó mucho en las últimas vueltas al reducir sobremanera Hamilton su ritmo.

El británico ignoró primero una instrucción de acelerar de su ingeniero, Peter Bonnington. Luego tampoco siguió la orden del director técnico, Paddy Lowe. "Tenemos que hablar con Lewis y saber lo que pasa", recomendó el ex piloto Niki Lauda, jefe del consejo de vigilancia de Mercedes. Y es que el incidente no es nuevo. "No hice nada peligroso y por tanto nada sucio", se defendió Hamilton en el emirato árabe. "Hemos peleado por el título mundial, yo iba líder y marqué el ritmo. Así son las reglas".