José Vega rescata un punto (1-1)
CD Guadalcacín | UB Lebrijana
Justas tablas en un encuentro más intenso que brillante y marcado por el mal estado del campo debido a las fuertes lluvias. Escasas oportunidades de gol y mucho juego directo.
La fe del Guadalcacín no tiene límites, es inagotable. Su lucha le permitió obtener una merecida recompensa en el tiempo de descuento frente a la Lebrijana con un gol de falta directa de José Vega -contó con la colaboración de la defensa rival y también del portero-, que le permitió salvar un punto en el Fernández Marchán. Nadie daba ya un euro por el equipo local pero no merecía perder y el fútbol fue totalmente justo con los azules.
En un encuentro más intenso que brillante, con pocas oportunidades en una y otra portería y marcado por el mal estado del terreno de juego debido a las fuertes lluvias de las últimas horas, los de Ismael Pérez sumaron un punto que les supo a gloria por la forma en la que lo consiguieron y el momento en el que llegó, con el tiempo ya cumplido y la grada pidiendo al guardameta Lebrón que subiese a rematar la falta que precisamente terminó en gol.
Ese tanto final igualaba el anotado en el minuto 72 por Ranchero, que apenas llevaba cinco minutos en el terreno de juego. El hábil atacante del cuadro hispalense aprovechó un despiste de la zaga local -Paco Castillo no acertó a despejar- para batir a Lebrón.
Los dos equipos, en la parte baja de la tabla, llegaban necesitados al choque. La Lebrijana, desde el primer momento, dejó claras sus intenciones. Tenía bien estudiado al rival y tal y como estaba el campo, de fútbol, nada de nada. Se replegó atrás, presionó fuerte y tapó bien a los hombres más peligrosos de los locales y a los encargados de intentar distribuir. Así, era complicado jugar. El Guada, por su parte, más espeso que en otros encuentros, nunca encontró la fórmula para hacer saltar la banca y le costó muchísimo crear oportunidades.
El primer tiempo, con mucha agua acumulada en el campo, fue plácida para ambos guardametas, aunque tuvo que intervenir mucho más el visitante que el local. Además, arrancó con un codazo del ariete Agustín a Diego Galiano que le costó la amarilla y que sirvió para calentar un ambiente que, afortunadamente, se fue relajando poco a poco. El colegiado tuvo mano izquierda, fue dialogante y se contuvo con las amonestaciones.
A los 22 minutos, a los de Pérez les pudo la ansiedad y no sacaron tajada de una falta en la frontal del área por manos de Gordi. Sacaron rápido y desaprovecharon la oportunidad.
La réplica la puso el exindustrialista, ahora en las filas del cuadro visitante, con un tiro duro que se le marchó por encima del larguero (29') y sólo dos minutos más tarde, otra vez a balón parado lo intentó el Guada. Paco Castillo colgó un balón tras una falta lateral que se paseó por todo el área pequeña sin que nadie lo empujara.
Eran los minutos en los que más apretaban los locales en un campo que apenas le daba margen para intentar tocar, por lo que todas las acciones de peligro eran a balón parado.
En el minuto 35, un saque de esquina bien lanzado por Paco Castillo lo remató de cabeza fuera por muy poco Javi Tamayo.
La Lebrijana ni daba señales de vida en ataque ni daba muestras de querer aparecer. Pero, aún así, en el 44' estuvo a punto de marcharse al descanso con ventaja. Casi sorprende a Lebrón, que tuvo que emplearse a fondo para despejar de puños a saque de esquina un tiro de falta de Javi Falcón y el lanzamiento de córner casi lo introduce en su propia portería Javi Tamayo en su intento por despejar el balón.
La segunda parte fue mejor que la primera y los dos equipos, ya con menos agua en el campo, se soltaron un poco más, aunque los visitantes sólo lo hicieron cuando lo tenían muy claro.
Con Adrián Martín, que en la primera parte estuvo más escorado a la banda, por dentro, Rosillo fue el primero en avisar con una media chilena que se le marchó por encima del larguero (61') después de recibir una buena dejada de un Galiano que estuvo en todas y que terminó arriba.
Pero nadie contaba con un golpe de suerte visitante. El peligro había desaparecido del diccionario lebrijano pero apareció con letras mayúsculas para aprovechar un regalo de la zaga local. Un balón a la espalda de los centrales, no fue despejado por Paco Castillo y lo recogió un Ranchero muy fresco, apenas llevaba unos minutos en el campo, para batir al meta Lebrón con mucha tranquilidad. 0-1. Minuto 72.
Si antes del gol, la Lebrijana tenía claro que no iba a arriesgar, después de ponerse por delante en el marcador, aún menos. Sus futbolistas, expertos, comenzaron a perder tiempo para cortar cualquier atisbo de reacción de un Guadalcacín que se quedó bastante tocado con esa acción.
Empujado por la afición, los de Ismael no querían entregar el encuentro ni mucho menos y a base de casta y fe lo siguieron intentando. El capitán Diego Galiano, como casi siempre, fue de los futbolistas que más tiraron del carro en esos momentos y suyas fueron dos buenas acciones para firmar las tablas. En el minuto 78, remató de cabeza un saque de esquina botado por Paco Castillo y en el 85, Cristian realizó el paradón de la mañana al desviar otro gran remate de cabeza del central ajustadísimo al palo.
El tiempo volaba, las opciones se acababan y el Guada no obtenía la recompensa que esperaba en un partido no demasiado bueno pero en el que sí estaba arriesgando mucho más que un rival que sacó petróleo de casi su única opción clara de gol.
Pero el fútbol, a veces, es justo y ayer lo fue con los de Ismael Pérez. En el minuto 91, José Vega firmaba las tablas en un lanzamiento lejano de falta. Ni portero ni defensa visitante se entendieron, el balón botó y sin que nadie lo tocase acabó dentro. 1-1.
Tras la euforia del empate, el Guada aún tuvo un par de acercamientos más pero ya sin fortuna.
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