Apunten el nombre: Antonio Zarzana Pérez. En marzo cumplirá los 16 años y es una de las más firmes promesas del fútbol jerezano. El chaval milita en el Sevilla FC líder de la División de Honor cadete y es el máximo goleador del equipo. Aterrizó en el club nervionense a los ocho años procedente del fútbol sala, del Géminis gaditano. Allí, siendo un benjamín de primer año marcó 192 goles. El jerezano Adrián Rosa le echó el ojo y le abrió las puertas del Sevilla. Ocho años después, Antonio Zarzana, hijo de uno de aquellos míticos jugadores que dio el Garvey Fútbol Sala, está viviendo un año de ensueño: llamada de la Selección Andaluza Sub16 y posteriormente la Española. Hace unos días estuvo concentrado en Las Rozas a las órdenes de David Gordo, seleccionador nacional de la categoría. "La experiencia fue increíble y ya estoy deseando volver al segundo entrenamiento en enero, ojalá me vuelvan a llamar". El futbolista relata cómo fueron esos tres días de la pasada semana en Madrid: "He conocido a nuevos compañeros y la experiencia ha sido inolvidable. Tuvimos un primer entrenamiento en el que me encontré muy suelto, me vi bien; y luego una charla técnica del míster y también de Santi Denia (seleccionador Sub17). Los compañeros con los que he jugado tienen una calidad impresionante, se nota que son los elegidos de cada equipo. En enero hay otro entrenamiento y luego en febrero una competición en Inglaterra. Es mi próximo objetivo, estar ahí".

Antonio Zarzana comenzó a jugar al fútbol sala en el Jerez'93, equipo jerezano del que han salido innumerables perlas de este deporte. "Mi padre entrenaba al benjamín y aunque yo era prebenjamín me subió al equipo. Un día fuimos a jugar un amistoso a Cádiz contra el Géminis, que por aquel entonces era el mejor equipo de la provincia y lo ganaba todo. Les empatamos y allí mismo me dijeron si quería jugar con ellos. Le dije que sí a mi padre y estuve un año allí". Luego llegaría la visión de Adrián Rosa, que fue futbolista del Jerez Industrial y posteriormente dio el salto a la cantera sevillista. "Llevo ocho años en el Sevilla. Desde benjamines. He jugado en todos sitios. De pequeño me ponían de lateral y central zurdo y luego en banda o de mediapunta que es donde ahora juego y donde creo que me desenvuelvo mejor. Me gusta el fútbol de toque, combinativo, hacer paredes aunque también la conduzco". La llamada de la Española es, obviamente, lo máximo para un futbolista de su edad, que ya tiene experiencia con la Andaluza: "En alevines quedamos quintos en el Campeonato de España Sub12 y jugué con la selección de Sevilla el Campeonato de Andalucía de selecciones provinciales alevín en el que quedamos campeones". Pero claro, "lo máximo" para un chaval de 15 años es poder "representar a tu país. Ojalá pueda estar en esa segunda concentración y luego en el campeonato de Inglaterra", comenta el jugador jerezano, que lleva como puede los entrenamientos y los estudios: "Es complicado. Entrenamos cuatro días a la semana, sólo descanso los martes, el sábado tenemos partido y el domingo lo dedico a desconectar y estudiar". El día a día es ajetreado: "Colegio por la mañana; a las dos y media salgo para casa, almuerzo y a las tres y media me recoge el autobús en la rotonda del Hospital. Para en varios pueblos recogiendo a más compañeros y entrenamos de cinco y media a siete y media y vuelta a Jerez. Llego sobre las diez y media". Así de lunes a viernes exceptuando el martes. "No hay tiempo para mucho más, ni amigos, ni salir, ni nada. Estoy centrado en mi fútbol porque mi sueño es poder llegar a ser profesional". Evidentemente, el sueño de cualquier jugador del Sevilla es debutar en la 'bombonera' del Pizjuán: "¡Uff! sería lo máximo, claro. Voy a cumplir 16 años pero es algo que todavía veo lejano. No sé si llegaré, pero yo creo en mí, sé que va a ser difícil y que hay mucho camino que recorrer, mucho esfuerzo y sacrificio", asegura el máximo goleador del Sevilla cadete: "Me gusta marcar pero también dar asistencias, es mi juego. También tiro los penaltis".

En ocho años, Antonio Zarzana ha tenido muy buenos entrenadores, aunque se queda con dos: "Primero, con mi padre, porque es mi primer crítico, si ve que fallo en algo me lo dice, lo he aprendido todo de él. Luego está Jesús Galván que ahora entrena al Preferente juvenil. Es un entrenador del que también he aprendido mucho", relata un Antonio Zarzana que ya tiene olvidada una lesión que el año pasado le sirvió para ir curtiéndose: "Me rompí el cuádriceps izquierdo, ocho centímetros, en un calentamiento; sentí el pinchazo y enseguida me di cuenta. Lo pasé realmente mal y Adrián Rosa volvió a sacarnos del apuro. No me recuperaba y me recomendó ir a Pepe Ruiz. Tengo mucho que agradecerle", comenta mientras su padre asiente dándole la razón.