Un Málaga efectivo sacó provecho a una jugada de estrategia y ganó al Alavés (1-0) en un partido soso con el que rompió su racha de empates.

El Málaga se llevó una valiosa victoria en La Rosaleda después de dos jornadas como visitante y sin dos jugadores titulares, el delantero franco-marroquí Nabil Baha y el centrocampista Antonio Hildago, y sin los recientes fichajes, el portugués Tiago Gomes y Ion Erice.

Aganzo, en el minuto 33, tuvo la posibilidad de desnivelar el marcador, tras esquivar a dos jugadores del Málaga, pero se escoró excesivamente hacia la izquierda y su lanzamiento salió fuera.

El técnico del Málaga, Juan Ramón Muñiz, cambió el sistema y de dos delanteros puso a un solo futbolista en punta, Salva, que no aguantó, porque una lesión le obligó a irse al vestuario en el minuto 44.

Su sustituto, Iván Rosado, en los primeros segundos de estar en el campo, disparó con intención y el guardameta Ardoun, espectador hasta esos momentos, tuvo que desviar a córner.

Tras el descanso el portugués Eliseu Pereira saltó al campo y pudo adelantar a su equipo tras un fallo defensivo del rival, se quedó sólo delante del guardameta Ardouin pero lanzó fuera y muy desviado. El Málaga tuvo más el balón y controló las bandas, sobre todo la derecha, y en el minuto 55 un centro por ese lugar y el cabezazo posterior de Rosado terminó con el esférico en el larguero. En el minuto 65, una falta que sacó el luso Paulo Jorge en la banda izquierda llevó la pelota rasa y en franquicia para Apoño, que desde treinta metros lanzó un fuerte disparo que entró por la parte izquierda de la portería de Ardouin.

Tras el gol el Málaga se concentró totalmente en defender el resultado con diez jugadores, porque una falta simulada de Paulo Jorge, que tenía una amarilla, hizo que el colegiado Pérez Lima, le mostrara la segunda y por consiguiente la expulsión.