Motociclismo | Accidente mortal de Marcos Garrido en el Circuito de Jerez

La muerte no debe ser un tabú

  • Manuel Pablo Romero, responsable del grupo de Psicología del Deporte del Colegio Oficial de Cádiz, explica cómo pueden afrontar familiares y compañeros un momento tan traumático

Marcos Garrido rueda por delante del piloto Sergio Jiménez durante la fatal carrera del domingo.

Marcos Garrido rueda por delante del piloto Sergio Jiménez durante la fatal carrera del domingo. / circuito de jerez

Nunca se está lo suficientemente preparado para afrontar a la muerte. Más si cabe cuando la pérdida es de un ser querido y sucede por un accidente fatal e inesperado como el que ha sufrido el malogrado piloto de Rota Marcos Garrido Beltrán.

La psicología interpreta un papel importante en estos casos, dando o intentando dar respuesta a preguntas o a cuestiones que pueden aflorar en momentos así, máxime cuando quien se va apenas había empezado a vivir y deja un vacío muy grande no sólo en su familia más cercana, sino también en la escuela o en el equipo de fútbol al que pertenecía.

Manuel Pablo Romero es el responsable del grupo de trabajo de Psicología del Deporte del Colegio Oficial de Psicología de Cádiz, con el que este medio ha podido hablar para tratar estas cuestiones. Se trata de un grupo de seis profesionales que trabaja con niños en varios colegios de la capital y de su área de influencia.Romero comienza explicando que el tema de la muerte "es complejo porque depende mucho del contexto en que se dé. No es lo mismo el fallecimiento de una persona mayor al de una tragedia de este tipo". Este psicólogo indica que lo primero que se da es "un 'shock' emocional a todos los niveles, tanto para la familia como para los amigos". 

Fase de duelo

A la hora de afrontar la muerte de un ser querido, indica que "hay que tratarla de la manera más natural, como un paso más del proceso del ciclo vital". No obstante, apunta que es bueno que las emociones afloren: "La parte emocional, el 'shock' post-traumático que se llama, se da cuando sucede una tragedia de este tipo y hay que respetarla, porque las emociones tienen que salir y se tienen que expresar. Y una vez que esa parte del duelo haya pasado, pues entonces habría que hacer un tratamiento lo más natural posible". Aún así, asegura que esto "depende mucho de la familia, de la relación que tenga la familia con el tema de la muerte, y en ese sentido es complejo porque cada uno tenemos un concepto distinto, subjetivo y personal y que depende de las experiencias vitales de hayamos tenido".

Sentimiento de pérdida

Manuel Pablo Romero también se muestra partidario de tratar de forma "grupal y, si es necesario personal" la muerte de un compañero de clase o, en este caso también, de equipo de fútbol. Se da un sentimiento de ausencia que se debe tratar "de manera colectiva" y también individual "si alguno de los compañeros con los que tenía más afinidad tiene un sufrimiento mayor. Si se detecta que alguno está más bloqueado o le resulta más difícil expresar las emociones, o se dan ciertos síntomas como el mutismo, es decir, no hablar del tema, o incluso alteraciones del sueño o alimentarias, ahí sí hay que hacer una atención más personalizada. En este caso la familia y el colegio son los primeros que tienen que detectar estos casos", explica. También es importante no esconder la pérdida del amigo y así, de manera grupal "se le puede recordar con alguna foto suya con los compañeros, es decir, dándole ese espacio". 

Tomar conciencia

A estas edades, el niño "tiene ya un desarrollo cognitivo importante. He trabajado precisamente en temas del duelo con chicos en una asociación en Chiclana que se llama Alma y Vida y tienen muchos menos prejuicios que nosotros; los adultos estamos mucho más contaminados. El tema de la muerte lo viven de forma más natural y tienen un concepto con menos tabúes. Sin embargo, a los adultos nos cuesta más hablar de estos temas y ellos lo ven de forma más natural. Son niños pero a esas edades tienen un desarrollo cognitivo, asimilan los conceptos y los tratan de forma más saludable que nosotros".

Redes sociales: cautela

Han sido multitud los comentarios lamentando la muerte del piloto. El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, sin ir más lejos escribió un tuit diciendo que "14 años no es una edad para morir". Desde el punto de vista psicológico, Romero cree que hay que tener cuidado con el contenido de ciertos mensajes. "No creo que sea lo más acertado”, apunta sobre el mensaje de Sánchez. "Es que edad para morir no la hay", manifiesta.

Entre los comentarios también destacan los de muchas personas que cuestionan la idoneidad de que niños de 14 años, incluso bastantes menos, se jueguen la vida en los circuitos. En este sentido, Manuel Pablo Romero también pide cautela, porque apunta que los padres lo que necesitan ahora es apoyo y ánimo, no que los culpabilicen. "El motociclismo es un deporte de riesgo, ya sabemos que hay probabilidades de tener algún accidente y es algo intrínseco dentro de un deporte de este tipo. El sentimiento de culpa es inevitable. A lo mejor puede surgir la polémica de que a ciertas edades no se puede hacer cierto tipo de deporte pero, si hablamos de alto rendimiento, a esa edad un deportista empieza su carrera a alto nivel. En determinadas modalidades puede aparecer este tipo de debate, pero ningún menor está haciendo ahí algo que no le guste".

De este modo, "ahora mismo echar leña al fuego es totalmente desaconsejable. Esa familia necesita estar tranquila, hay que respetarla y apoyarla. Pero, vivimos en un mundo global y tecnológico y es inevitable que estos comentarios aparezcan en las redes. Cada uno es libre de expresar su opinión, pero muchas veces no se reflexiona ni se piensa en las posibles consecuencias de un tuit o un comentario".

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