CÓRDOBA | XEREZ · la crónica

Merecido e inesperado

  • Fin a la racha El Deportivo tropezó después de nueve jornadas y se dejó en el Nuevo Arcángel tres puntos de oro ante un rival directo · En el pozo La derrota mantiene a los azulinos en zona de descenso

ste Xerez está hecho para sufrir y para tropezar en lo más llano. El Deportivo llevaba nueve jornadas sin perder y fue a tropezar en el momento más inoportuno y ante el rival más inesperado. Para colmo, Carlos Calvo contribuyó a poner la guinda a un encuentro para olvidar. Al madrileño se le fue la pinza, le dio un codazo de escándalo a Mario, vio la roja directa y condenó a sus compañeros al fracaso, ya que les dejó en inferioridad numérica en el 41.

Los azulinos pusieron fin a una racha de nueve jornadas sin perder cuando tenían al alcance de la mano salir de los puestos de descenso, un infierno en el que van a seguir una jornada más y serán 27.

Los despistes defensivos y la falta de concentración de jugadores claves en momentos decisivos marcaron la historia de un encuentro para olvidar, que debe servir de ejemplo de lo que no se debe hacer.

El partido tuvo un arranque inesperado. Los azulinos saltaron al campo tensos y descolocados, mientras que el Córdoba, consciente de lo mucho que se jugaba, salió a por todas, eso sí más con el corazón que con la cabeza, pero logró lo más difícil, abrir la lata para calmar los ánimos de una grada que no había tenido tiempo ni de enfadarse.

Tras una falta que botó Cristian Álvarez en la frontal del área que acabó en saque de esquina, Arturo superó a Porato de cabeza. El delantero brasileño saltó solo y batió al meta azulino después de que la pelota pegara en el poste izquierdo de la meta xerecista. De nada sirvieron las acaloradas protestas de los jugadores de Esteban por un empujón a Aythami que el colegiado obvió pues no dudó ni un segundo en señalar el centro del campo. 1-0 y todo en contra en la tarde menos apropiada.

Lo malo del caso es que Guzmán hacia diabluras por su banda y al cuarto de hora, un lanzamiento desde la frontal de Acciari tras una bonita acción del ex azulino no terminó en el 2-0 de puro milagro.

Pero el Xerez de Esteban no se rinde y tras el mazazo del gol, en una acción a balón parado se fue arriba a por todas. Moreno, siempre con la testa lista, acertó y aprovechó a las mil maravillas una gran cantada de un inseguro Valle.

Poco después, otra vez en una acción a balón parado, el Deportivo tuvo la primera oportunidad para darle la vuelta al marcador. Viqueira estuvo a punto de marcar de falta directa desden la frontal del área, pero su tiro ajustado se marchó rozando el poste derecho.

La oportunidad más clara estaba por llegar pasada la media hora. Una falta lejana botada por Redondo la tocó Yordi de cabeza de forma perfecta para Viqueira, que entraba solo, pero el gallego falló con todo a favor.

Y para que no faltase de nada, en el minuto 37, Asen cayó en el área tras un contacto con Redondo que todo el Arcángel consideró penalti. La bronca que se llevó Iglesias Villanueva fue de las que hacen época.

La presión era tremenda, el partido estaba roto y la hinchada local apretaba de una forma increíble, agarrándose a su última tabla de salvación. Y la guinda a esos minutos de tensión la puso Carlos Calvo, con un codazo absurdo a Mario en el centro del campo que le costó la tarjeta roja en el minuto 41.

Esteban tuvo que recomponer líneas sobre la marcha, pasó a Pedro Ríos a la izquierda, colocó a Francis en la derecha y retrasó a Viqueira.

La segunda parte se puso muy cuesta arriba para un Xerez con diez y sin recursos, que no encontraba la fórmula de hacer daño a un rival enrabietado, que se movía a impulsos.

Esteban a la hora de juego movió banquillo y le volvió a tocar la ‘china’ a Viqueira, que dejó su puesto a Marco Navas, con lo que Francis regresaba otra vez al medio campo.

Nada más realizar el cambio, llegó el 2-1 del Córdoba en un arreón mal frenado por los azulinos. Una larga jugada de ataque fue culminada de forma espectacular por Rubén, un zurdo que anotó un golazo con la derecha con la ayuda de Porato, que despejó mal de puños.

Con ese tanto se acabó el Xerez, que se convirtió en un pollo sin cabeza y que en el tiempo de descuento tuvo una buena oportunidad para empatar con un libre indirecto que el árbitro señaló dentro del área a Valle por tocar dos veces el balón con la mano. Entre Luque y Míchel desperdiciaron la última ocasión.

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