Osorio: "Kubala costeó de su bolsillo mi traspaso al Español"
Manuel Fernández Osorio recibió el pasado viernes en la Gala de la Federación Andaluza celebrada en Cádiz el homenaje del fútbol provincial por su trayectoria en el mundo del fútbol (fue el primer jerezano internacional con España) y ayer recibió también el calor del industrialismo realizando el saque de honor en el partido contra el Bazán.
Nacido en el barrio de Santiago aunque posteriormente la familia se fue a vivir a La Plata, Osorio comenzó su andadura en el Trebujena -tras pasar por el Xerez juvenil- y posteriormente jugó en el Villamartín antes de recalar en el Jerez Industrial, donde sólo estuvo dos años y medio, viviendo la temporada 63/64 en la que los jerezanos fueron campeones de la Tercera División perdiendo el ascenso a Segunda con el Albacete al caer tanto en tierras manchegas como en Domecq. De allí, dio el salto a la Primera División, recalando en el RCD Español, donde militó ocho temporadas, jugando también en el Burgos, Almería y Sabadell, donde finalmente colgó las botas a los 35 años y se colocó en la fábrica Braun de Barcelona.
"En Trebujena -recuerda- me pagaban 15 o 20 duros y muchas veces iba en bicicleta, al año siguiente me fui al Villamartín y luego al Jerez Industrial. Estuve dos años y medio. En el segundo jugamos la promoción para ascender a Segunda". Así revive su salto a Primera: "Había un señor, Pedro Ortiz, xerecista, que iba mucho a Barcelona y que tenía amistades en el Español. Les habló de mí y le dijeron que me llevara a hacer una prueba. Estuve una semana y el mismo viernes que volvía a Jerez me dijeron que tenía que estar allí el lunes. Kubala era el entrenador y como jugadores estaban Di Stéfano y Carmelo, que había sido portero del Athletic de Bilbao... Hice las pruebas, gusté al entrenador y dio el visto bueno al fichaje. Volví, jugué mi último partido con el Jerez Industrial en Écija, donde ganamos 0-5, y a Barcelona. Firmé un lunes, el domingo ya fui convocado para jugar contra el Levante en Valencia pero debuté la semana siguiente debuté en Sarriá contra el Athletic. De Tercera a Primera en diez días". El fichaje se fraguó gracias a la intermediación de un exfutbolista de época: "El presidente decía que no pagaba por un jugador de Tercera y Kubala fue quien costeó de su bolsillo el traspaso al Jerez Industrial. No me preguntes cuánto porque no lo sé pero fue Kubala. Para mí fue un entrenador fenomenal".
En su segunda temporada, le llegó el turno de hacer el servicio militar: "Tuve mala suerte, me tocó hacer la mili en África. El presidente era capitán de Artillería y me dijo 'tú tranquilo' y en un partido contra el Atlético de Madrid llega Aurteneche y me dice "Osorio, te están buscando por prófugo". Me tuve que ir a Sidi Ifni, en África. De allí no me pudieron sacar. Coincidí allí con Germán, León, Guede, Castellano, cuatro jugadores de Las Palmas. Jugamos los campeonatos mundiales de militares y lo ganamos".
Acabado el servicio militar y acabada la temporada, el Español se marchaba de gira. "Vuelvo al Español, que se iba de gira y Aurteneche y Karman, el entrenador húngaro, me preguntaron ¿te vas para casa de vacaciones o te vienes con nosotros? Y yo les dije que me iba con ellos, de vacaciones nada. Aquélla temporada fue impresionante, quedamos los terceros, el año de los Delfines con Amas, Marcial, Ré, Rodilla y José María".
Pero la desgracia se cebó con el jerezano y el debut con España tuvo que esperar: "Tuve una grave lesión de rodilla en un Barcelona-Español. Fue en una jugada entre mi portero, Rexach y yo, me crucé, el portero salió y llegaba Rexach y ¡pum! Cayó encima de mi rodilla".
Un par de semanas antes le había llamado el seleccionador Domingo Balmanya para jugar en Wembley contra Inglaterra, debut que se frustró. "Estábamos concentrados en El Escorial antes de viajar para jugar con Inglaterra. Balmanya nos dijo a Iribar y a mí que jugábamos. Y el jueves hicimos un partidito y nos lesionamos en el tobillo. No pudimos jugar. Balmanya me preguntó y le dije que prefería quedarme para recuperar porque la semana siguiente jugábamos contra el Barcelona. Y fue el partido en el que me lesioné la rodilla. Lo más probable es que si hubiera ido con España me habría resentido del tobillo y no habría jugado ese partido con el Barcelona, donde sufrí esa lesión de rodilla. Lo que es el destino".
Tuvo que esperar a noviembre de 1968 para debutar con España: "Lo hice contra Checoslovaquia en un partido clasificatorio para el Mundial de México. Debutamos Gárate y yo y ganamos 2-1. Luego, en Sevilla, jugué contra Suiza un amistoso. Más tarde llegó Kubala a la selección y venía a los entrenamientos del Español y me preguntaba que por qué corría cojeando. Fue una secuela de la lesión y como yo tenía un paso muy corto y apenas tenía zancada se notaba más. Pero jugué perfectamente hasta los 34 años y en el Español 8 temporadas, marcando a los mejores, como Gento, que era una bala. Llegó Santamaría y empezó a decir que yo cojeaba. Y había jugado la temporada anterior 26 partidos. Yo me veía bien. Jugábamos con el Burgos, hice la jugada del 1-0, se la pasé a Roberto Martínez, que debutaba ese día y me cambió. A mí, que siempre jugaba los 90 minutos. Me cambió por Ramos, un chaval, y al nada de entrar hizo penalti. La prensa le pegó palos al entrenador y ya tuvo algo contra mí. Estuve dos semanas de baja por una conmoción cerebral con un choque con Asensi en el partido contra el Barcelona y cuando vuelvo me pone de lateral izquierdo, donde no había jugado nunca y además no podía por la rodilla jugar ahí. Al acabar la temporada le dije al club que me quería marchar. El presidente me pidió que me quedara el año que tenía de contrato y yo le dije que me quedaba si me renovaba tres años. Me dijo que no y me fui al Burgos".
Osorio tuvo compañero a Alfredo di Stéfano los dos años del argentino en el Español y como técnico a Kubala. Casi nada. "Técnicamente, el mejor ha sido Kubala pero como jugador completo no he visto otro como Alfredo: defendía, atacaba y en los entrenamientos era el primero que se ponía a tirar, le decíamos de todo. No le gustaba perder. Un día, concentrados, empezó a jugar al ping pong con Carmelo, le ganó y Alfredo le tiró la pala a la cabeza".
También recuerda cómo vivió el ascenso a Segunda del Jerez Industrial en la temporada 68/69. "Terminamos la temporada y me vine a Jerez en coche y en La Moderna me dicen Fernando y Joaquín que si nos íbamos a Madrid a ver al Industrial al partido de desempate con el Ceuta. Allá que nos fuimos, a Vallecas. Los mismos jugadores que habían sido mis compañeros años atrás me cogieron a hombros, me metieron en la ducha, cuando llegamos a Jerez saludamos desde el balcón del Ayuntamiento. Mi Jerez Industrial que no me lo quiten. Valió la pena venir conduciendo desde Barcelona, irnos a Madrid y vivir aquel ascenso. Lo pasé en grande. Fue el club que me posibilitó dar ese salto al fútbol profesional. Teníamos un gran equipo. Yeyo, Blas, Fuentes, Alba, Eduardo Durán, un equipazo".
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