Punto ganado a pulso

El Guadalcacín se fajó de lo lindo ante el líder para sumar un punto ganado a pulso, tercero en el casillero -tercer empate en casa- y aunque sigue sin ganar, el equipo jerezano fue capaz de frenar a un filial embalado, que se presentaba al copo de puntos con 12 goles marcados y sólo 3 encajados en las cuatro jornadas anteriores.

En efecto, el potencial del rival hace meritorio el punto sumado por el equipo de Ismael, que acabó anulando los recursos de los blanquiverdes, lo que no es poco, y en el fútbol ya se sabe: cuando no puedes ganar, al menos no pierdas. Esa máxima la aplicaron ayer ambas escuadras, y aunque cierto es que el Guada merodeó más el área visitante, también lo es que la mejor ocasión la malogró Quiles en un mano a mano en el que Lebrón le ganó la partida.

Como se esperaba, Ismael hizo frente a las ausencias bajando a Luis Castillo al eje de la zaga y ubicó a Rodri junto a Alfonso en el medio. Por delante, en la derecha colocó a Juan Rosillo buscando la velocidad por las bandas y el Guada arrancó entonado, buscando arriba a un filial que trataba siempre de salir con el balón controlado desde atrás y raseando el balón pero que acabó jugando a lo que querían los locales, que presionaron arriba obligando a los visitantes al envío largo, a lo que no están acostumbrado.

El Guada trató de llevar al partido a su terreno y poco a poco lo fue consiguiendo: el Córdoba B fue capaz de mover el balón en la primera mitad pero incapaz en la segunda, derivando el choque en un partido de fútbol tenis, intercambio de pelotazos en el que los azules se sintieron más cómodos que los blanquiverdes y que inclinó el campo hacia el área visitante aunque las ocasiones claras de gol fueron muy contadas.

Tras el arreón inicial del Guadalcacín, sin que Javi Tamayo pudiera conectar un par de centros aunque sí un derechazo que salió fuera por poco, el Córdoba B se sacudió el dominio y Esteve y Pedro comenzaron a encontrar a Sebas -internacional sub 19 y un diablo primero por la izquierda, luego por la derecha y al final en la mediapunta- y al fornido y rapidísimo Moha por la derecha, y Lebrón tuvo que emplearse a fondo para meter la mano en un disparo del primero tras jugada personal adornada con recortes de tremenda calidad.

El Guada reaccionó y Juan Rosillo, Javi Tamayo -su cabezazo se estrelló en el lateral de la red y parte del público cantó gol- y Piñero lo intentaron pero sin rematar entre los tres palos, y luego el choque se equilibró, con mucha pelea en el centro, intercambio de cabezazos y ausencia de ocasiones.

Quiles, esquinado, disparó mal tras envío de Sebas y Juan Rosillo casi le roba la cartera a Jhony, que reaccionó despejando a cóner. Y en esas llegó la mejor ocasión del partido: Jordi habilita a Quiles con un balón bombeado que supera a Luis Castillo pero el delantero blanquiverde se entretiene, el balón bota mucho -como siempre- y cuando remata Lebrón se le ha echado encima y tapa el disparo. De ahí al descanso, un buen centro del excordobesista José Vega al que no llega Javi Tamayo, ejemplo de lo que fue el partido para el Guada: merodea arriba pero le cuesta llegar y cuando lo hace, el último pase no encuentra rematador.

La segunda mitad arranca con Lebrón salvando de nuevo al Guada en un remate de Moha dentro del área que el portero tapa con las piernas; el Guada responde con un cabezazo de Javi Tamayo que desvía Antonio; la siguiente es una pérdida de Paco Castillo que su hermano tiene que cortar en falta al borde del área cuando Sebas enfilaba la portería local.

El partido entra en una fase de intercambio de balonazos, envíos en largo y segundas jugadas, mucha pelea y presión por todo el campo en el que el Guada empequeñece poco a poco al filial: se juega a lo que quieren los de casa, lo que no es novedad en el Fernández Marchán, y el balón comienza a estar casi todo el tiempo en campo blanquiverde: no es que los locales dominen, pero tampoco pasan apuros y tratan de buscar las cosquillas a los visitantes con su repertorio: envíos largos a Javi Tamayo y buscando las bandas en segundas jugadas.

En la recta final, el choque parece acelerarse y una media chilena de Javi Tamayo y un zurdazo de Álvaro animan a la parroquia local, pero más de lo mismo: un buen centro de José Vega tras envío de Martel no puede rematarlo Javi Tamayo, tan luchador como siempre pero sin suerte ayer, y el partido acaba con un derechazo esquinado de José Mari al lateral de la red.