El Alcoyano logró hacer historia al arrancar, en el último minuto, un empate en el Camp Nou ante un Barcelona condescendiente, que pudo empezar el año goleando pero prefirió hacer su particular regalo de Reyes anticipado a un equipo de Segunda B.

Un gol de Arnau en el minuto 90 de juego disparó la euforia del equipo alicantino, que no hizo méritos para tanto, pero que regresa a Alcoy con un premio futbolístico de gran magnitud, pese a no haber logrado superar al conjunto azulgrana en la eliminatoria y marcharse con un 5-2 en el resultado final.

El encuentro, en principio resultaba carente de interés para los barcelonistas, tanto por la el resultado de ida como por la entidad del rival, que pelea por abandonar la parte baja de la tabla de su grupo de Segunda B.

Tampoco era un buen día para que el Barça se rearmara moralmente tras la última derrota liguera, pues la mayoría de los jugadores que cayeron ante el Madrid no estuvieron sobre el terreno de juego.

Sin las estrellas azulgranas el interés del choque estuvo en el debut oficial del joven meta Oier Olazábal, el regreso del brasileño Edmilson tras superar una grave lesión de rodilla y la siempre refrescante presencia en el once de Bojan y Giovani.

A los diez minutos Ezquerro sentenciaba la eliminatoria con dos goles, lo que hizo que los jugadores del Barcelona se relajaran y que el Alcoyano se fuera hacia arriba al no tener nada que perder. El penalti transformado por Perona dio ánimos a un equipo que consiguió el empate en el último minuto con un remate cruzado de Arnau, que lograba la igualada final en el marcador.