Rayos y truenos

El fuerte viento y la intensa lluvia se colaron en la fiesta del Circuito de Jerez, desluciendo una jornada destinada a la familia. Por la mañana fueron muchos los aficionados que se acercaron al trazado de la carretera de Arcos, pero ante la imposibilidad de seguir las carreras desde las gradas -el molesto viento impedía la protección de los paraguas- y ante la incomodidad de disfrutar de las atracciones por el paddock, muchos de los asistentes optaron por dar media vuelta y muchos otros aficionados ni siquiera se desplazaron al trazado, que cruza los dedos para que hoy la meteorología sea más benigna.

Y es que la zona infantil permanecía cerrada por el temporal, con los castillos sin hinchar: los asistentes se congregaron en los simuladores, en carpas, mientras que otros buscaban protección en los bajos de las tribunas y en cualquier recodo techado.

El temporal daba una tregua a la hora de la carrera de 3.5, lo que pobló el paddock de aficionados y permitía a los fotógrafos hacer su trabajo en mejores condiciones que a primera hora, con alguno soportando el chaparrón en las curvas del trazado.

Por la tarde, y con la lluvia amainando, mejoró el panorama y el cielo permitió que las atracciones infantiles comenzasen a funcionar y se realizasen algunas de las exhibiciones previstas.

De la meteorología adversa y la mala suerte del fin de semana -el año pasado las WSbR contaron con dos soleadas jornadas- fueron testigos Patrice Ratti, presidente de Renault Sport Technologies; Jaime Alguersuari, presidente de RPM, organizador de las World Series; y Santiago Galván, teniente de alcaldesa de Economía, Hacienda y Planes Especiales, quienes entregaron diferentes trofeos en el podio.