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Salvi catapulta al Cádiz

  • El sanluqueño sirve dos goles y participa en otro en la clara victoria ante el Melilla

El Cádiz se congració con la afición en el regreso al Carranza gracias a una cómoda victoria contra el Melilla que se fraguó en un par de minutos claves, el último de la primera parte y el inicial de la segunda. Dos goles en esos instantes de los llamados psicológicos inclinaron la balanza a favor de un equipo amarillo que llevó el peso del partido y fue muy superior, con todo de cara a partir del primer tanto. Tres puntos más que merecidos en una mañana plácida aderezada con un juego que resultó vistoso. Además de ganar, que era lo que más importaba, el Cádiz gustó y se gustó. Supo circular la pelota con criterio y fue el encuentro que más veces metió la pelota en el área contraria. Falta le hacía falta para alimentar aún más una autoestima fortalecida tras la victoria ante el Murcia.

Fue un triunfo ante un rival de la zona trasera de la tabla poco exigente pero el adecuado para avanzar el largo camino que conduce hacia la fase de ascenso. El éxito fue el premio obtenido fruto del trabajo de todo un equipo en el que sobresalió con mayúsculas la portentosa actuación de Salvi. De largo su mejor partido con el conjunto gaditano y quizás el de toda su carrera. Omnipresente en todas la acciones de ataque, sirvió dos goles y participó en el otro, desbordó con una facilidad asombrosa a velocidad de MotoGP y se esforzó como el que más en labores defensivas. Qué más se puede pedir. Un auténtico partidazo que le valió el reconocimiento de la afición y de sus compañeros.

Cuando un futbolista vive en estado de gracia, es normal que sus compañeros lo busquen, como al jugador de baloncesto en racha que mete todas las canastas. Cuando un futbolista lo hace todo bien, pasa lo que pasa en la grada, que corea su nombre en repetidas ocasiones. Salvi se ganó con creces esa recompensa que nunca olvidará porque no es fácil tanta unanimidad en los elogios. El equipo giró en torno al 7 pero funcionó como una máquina perfectamente engrasada que sometió al Melilla con paciencia y los goles de Jandro y Lolo Plá por partida doble. Todo fue coser y cantar tras el primer gol.

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