El Sanluqueño sale indemne de Mérida

Pese a sufrir el acoso y derribo extremeño, y tener la mejor opción en un tiro de Carlos García escupido por la madera que pudo alterar el marcador inicial, la nave de Rafael Carrillo 'Falete' supo aguantar de forma estoica el luminoso en un último cuarto de hora con un alto voltaje local. De este modo, el cuadro visitante pescó un punto ante un equipo que cede algo de rueda en su lucha por colarse en las posiciones de play-off. Con este empate sin goles en el Estadio Romano, el Atlético Sanluqueño suma su octavo partido consecutivo sin perder y sigue empleándose a fondo para lograr el objetivo de la salvación.

El silbido inicial dibujó rápidamente el primer hemisferio del duelo, esto es, mucho ruido y pocas nueces. El primer cuarto de hora solo registró en el minuto inicial un centro anecdótico desde la izquierda de Hugo Díaz que pasó a las estadísticas y nada más. Ambas escuadras tocaban el objeto redondo, miraban los ojos y piernas de su rival, pero todo se cocinaba en la zona más ancha, esa en la que nada o poco cambia el orden de las cosas.

Hubo que aguardar al minuto 14 para registrar la primera acción a puerta, anecdótica, la verdad, en un tiro de Mawi desde la frontal que se iba cerca del firmamento. Replicaba con celeridad el cuadro pecholata en un centro chut de Hugo Díaz que no lograba conectar Pardo. El cuadro de Rafa Carrillo seguía bien aposentado en el césped y sin ver alterado en exceso su pulso. En cuanto al espectáculo balompédico seguía bajo mínimos, siendo ecuánimes en la narración. Nadie asomaba sobre el área rival y los minutos seguían pasando sin nada que llevarse a los labios. Tuvo que ser de nuevo el lateral Álex Díez, uno de los más activos en el once local, quien dejase su sello personal en un tsunami desde fuera del área que escupió milagrosamente la madera al filo de la media hora en juego.

El Atlético Sanluqueño, mientras tanto, aguardaba en su cueva y llegó otra opción local tras un saque desde la esquina de Rico que peinaba cándidamente Ayoze (35'). Seguía la intoxicación en la medular y con un disparo que engrosó las estadísticas de Yacine se decretaba el camino de las duchas.

El Atleti empezó el segundo episodio algo más dormido o al menos tuvo menos arrojo que su rival. Pero ojo, los primeros en arañar fueron los de Rafa Carrillo. Heredia desde fuera del área probó fortuna, pero apenas inquietó a la parroquia local.

Poco después Carlos García botaba una falta que se iba a la derecha del meta local y en el 57' llegó la mejor ocasión y que pudo cambiar el rumbo del partido para los andaluces. Carlos García, a dos metros de la frontal, desplegaba un proyectil que reventó la madera. Un susto mayúsculo que no solo metió el miedo en el cuerpo al cuadro emeritense, sino que le obligó a poner todo de su parte y espabilar para evitar un serio disgusto.

Fue entonces cuando empezó el caudal de ocasiones extremeñas. Hugo Díaz, con todo a su favor, servía con lazo a Yacine, pero al franco-marroquí le faltaron un par de números en sus botas para conectar el pase de su compañero (62'). Y apenas sesenta segundos después, el propio Yacine enviaba cerca de las estrellas un servicio casi letal de Álex Díaz. Subía la temperatura del duelo y Rafa Carrillo tuvo que dar entrada a Carri, Víctor Armero y Rufo, que se vaciaron en la hierba romana.

El Mérida tocaba a rebato y se tiró a degüello a los cuellos de los chicos de Carrillo. Un servicio de Hugo Rodríguez lo peinaba con maestría y colocación Víctor Mongil, pero la madera se interpuso en su remate (73'). Lo siguió intentando el Mérida y era Pardo, a siete del final, quien probaba fortuna. El Sanluqueño aguantaba estoicamente la tormenta romana bien pertrechado atrás y el tiempo volaba. Hubo cinco minutos de prolongación pero nada se alteró y la tropa de Rafa Carrillo retorna con otro punto en sus bolsillos para seguir remando en su lucha por salir de la zona caliente de la tabla en vísperas de otra nueva final ante la Hoya Lorca.