Satoransky no da opción a Unicaja

El Barcelona dio un paso de gigante para disputar su novena final consecutiva de la Liga ACB, al vencer al Unicaja por 91-70 y dejar la serie en 2-0, guiado por un sensacional Satoransky, que acabó con 28 de valoración.

Joan Plaza planteó de salida un encuentro distinto al del primer partido. Sólo mantuvo en el cinco inicial a Granger y dio entrada a sus artilleros Stefansson y Suárez, mientras que Thomas y Vázquez estaban por dentro. La tercera falta del islandés a los tres minutos provocó la entrada de Toolson y dos triples casi consecutivos suyos, junto a otro de Suárez, daban una ligera ventaja a los visitantes.

Pleiss dominaba en la pintura malacitana y con dos acciones suyas sumadas a un triple de Satoransky permitía al Barcelona recuperar el mando en el electrónico, aunque era Golubovic el que cerraba el primer cuarto con igualada (23-23).

Sería la ultima igualada porque Marcelinho tomó las riendas del encuentro y lanzaba, con 11 puntos suyos en este cuarto, a su equipo a un ritmo demoledor que rompía el encuentro con dos triples de Álex Abrines (40-28, m. 17).

Sólo dos canastas de Suárez y Granger cortaban la racha del Barcelona al descanso (50-33), pero los azulgrana ya habían anulado de raíz las posibilidades visitantes, que en el segundo cuarto perdieron ya toda su efectividad exterior.

El Barcelona volvía con su cinco inicial al inicio de segundo tiempo y Unicaja repetía con la única variación de Toolson por Stefansson, pero la buena marca de Oleson sobre el escolta estadounidense lo anulaba totalmente y era relevado por Markovic (59-43, m. 25).

Dos triples de Markovic y Thomas recortaban distancias (63-51, m.29), pero Lampe imponía su ley en la zona visitante (67-51, m. 29), y sólo acciones de Markovic lograban cerrar el período con 67-55.

Aunque Unicaja había frenado el golpe definitivo de su rival, lo cierto es que el Barcelona controlaba totalmente el ritmo del partido. Marcelinho superaba a Markovic y Plaza dio entrada a Granger (72-57, m. 35).

A partir de aquí el choque se convirtió en un intercambio de canastas y el juego se ralentizó. Ni el retorno de Satoransky (75-62, m. 36) sacó al choque de la monotonía final, que sólo fue rota por un mate de Hezonja que estableció la máxima ventaja (91-70).