Vuelve el mágico Tiger

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El estadounidense recupera su mejor juego para igualar a victorias (73) en el circuito americano al legendario Nicklaus

Daniel García Marco (Dpa) / Madrid

05 de junio 2012 - 05:02

Tiger Woods está de vuelta: un mágico birdie en The Memorial allanó el camino a su victoria número 73 a dos semanas del US Open de golf. Su golpe en la calle 16 fue uno de esos momentos mágicos en la vida del californiano, un toque de maestro desde los más profundo de la hierba, a 15 metros del hoyo, que deslumbró en el Club de Golf Muirfield Village. Con una tarjeta total de 279 golpes, Woods se impuso por delante del argentino Andrés Romero y del sudafricano Rory Sabbatini, ambos con 281.

Con su quinto título en esta cita, el ganador de 14 Grand Slam igualó con la leyenda del golf Jack Nicklaus a 73 victorias en victorias en circuito americano. En la prestigiosa lista, Tiger ya sólo tiene un nombre por encima del suyo, el del estadounidense Sam Snead, que logró 82.

"Fue un día espectacular. Simplemente no cometí errores", dijo entusiasmado Woods después de una impresionante demostración en la última vuelta. Que Tiger haya logrado en Ohio su título número 73 fue más "especial", ya que Nicklaus nació en el estado del centro-este de Estados Unidos y esperó al Tigre en el hoyo 18 para felicitarlo. "En estas circunstancias es el mejor golpe que he visto", dijo Nicklaus, que sigue siendo el jugador con más victorias en los cuatro grandes: 18.

El segundo triunfo de Woods esta temporada llegó en el momento más oportuno. Muchos críticos sepultaron al ex número uno del mundo tras varias lesiones y escándalos privados. El estadounidense, que se embolsó cerca de un millón de euros, escaló ayer del noveno al cuarto puesto del ranking mundial.

En menos dos semanas comienza el US Open en el Club Olímpico de San Francisco. En su estado natal, Woods quiere conseguir su decimoquinto grande después de ganar suficiente confianza en The Memorial. Su golpe en el 16 sólo fue una consecuencia de la impresionante ronda final que realizó un Woods que rebosaba energía. Con el pecho henchido, el golfista californiano intimidó a sus oponentes con golpes excelentes y enloqueció a los aficionados.

Entró en la última jornada a cuatro impactos del líder. Pero aun así logró una tarjeta de 67 golpes en un final demoledor, mientras que sus máximos rivales, Sabbatini y el estadounidense Levin, perdían los nervios. Woods había recuperado su magia.

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