Gerard Piqué se mostró autocrítico en la rueda de prensa de ayer en Burton (Inglaterra). Preguntado por si era el mejor central del mundo, como fue considerado por algunos críticos hace dos años, admitió que hoy no se encuentra "ni entre los tres mejores". El central espera que con la ayuda de su nuevo entrenador, Luis Enrique, con quien se siente "muy cómodo" trabajando, pueda recuperar su nivel, algo imprescindible para "ser titular en este equipo".

Piqué es consciente de que su nivel futbolístico ha bajado mucho y aseguró que no puede estar satisfecho ni por la temporada pasada firmada con el Barcelona, ni con el Mundial realizado con la selección española. "Sé que puedo recuperar mi nivel", afirmó el futbolista, que tiene una confianza ciega en el técnico asturiano. "Estoy convencido de que me ayudará a recuperar mi nivel y volveré a estar arriba", comentó el catalán.

Además, calificó como "un fracaso" la última temporada del conjunto azulgrana, en la que el Barça sólo ganó la Supercopa de España. "Estuvimos cerca de ganar la Copa y la Liga, pero al final fracasamos. Si podemos subir el nivel, tendremos los títulos cerca, siempre que se haga con humildad y trabajo", insistió.

"Las sesiones están siendo muy dinámicas y más largas de lo normal. La temporada será amplia y tendremos que estar preparados para los desafíos que se nos vayan presentando", explicó el barcelonés sobre los métodos de entrenamiento de Luis Enrique.

En cuanto al fichaje de Jeremy Mathieu, Piqué está convencido de que no tendrá problemas para adaptarse. "Creo que lo puede hacer muy bien. Es alto, rápido, corpulento, duro, sabe jugar también muy bien con el balón y es de perfil zurdo, algo que no teníamos", recordó.

El central de 27 años también mencionó la situación actual de Luis Suárez. Aseguró que el uruguayo debe tener un sentimiento de rabia, "como cualquier persona a la que le quitas la posibilidad de hacer su trabajo". "Cuando llegue vendrá con todas las ganas para demostrar que es uno de los mejores delanteros del planeta", agregó Piqué, quien elogió también la cantera del club.