Edu Villegas, del barro a la élite: "Algunos pensaron que solo sabía ponerme debajo de una portería"
Fútbol
El director deportivo de la AD Ceuta, con cuatro ascensos, el último a la liga Hypermotion, está ya en lo más alto del fútbol español, se siente "valorado, respetado y realizado" y no olvida "a los iluminados del Xerez DFC que pensaron que sabían más que nadie y acabaron fuera"
Póker de ascensos para Edu Villegas

Edu Villegas, exdirector deportivo del Xerez DFC y ahora en la AD Ceuta, está viviendo su mejor momento profesional. Del barro, a la élite en apenas ocho años. Dejó el fútbol activo en 2017 en División de Honor para hacerse cargo de la parcela deportiva del cuadro azulino y tras lograr dos ascensos, a Tercera y a Segunda RFEF, tuvo que poner rumbo a la AD Ceuta. Luhay Hamido confió en él y le puso en sus manos un proyecto ilusionante, que en apenas cuatro temporadas se ha consolidado. Ha pasado de Segunda RFEF a Segunda División con dos saltos de categoría más y está cumpliendo el sueño que tuvo desde niño.
El jerezano se muestra orgulloso de su trayectoria y recuerda que "llevo 40 años en este mundo y dan para mucho. Mi sueño de niño era ser futbolista y cuando juegas todo es diferente. Como director deportivo, estos ascensos los he vivido desde dos puntos de vista que van de la mano, el personal y el profesional. Los primeros en el Xerez DFC los viví con euforia, felicidad y sintiéndome realizado, aunque en cualquier faceta lo importante no es llegar, es mantenerse. El primero en el Xerez fue especial porque el sueño del club era llegar a categoría nacional y lo logramos en un mi primer año como director deportivo. Colgué los guantes de un día para otro, los dirigentes confiaron en mí para el proyecto de un club que tenía cuatro mil socios. El nivel de exigencias era enorme, el grado de responsabilidad también y eso que algunos pensaban que yo sólo sabía ponerme debajo de una portería y a día de hoy no sé que creerán. El segundo a Segunda RFEF fue un éxito rotundo. Dejé al club en la cima, después de dos play-off en cuatro años y dos ascensos. Subimos como campeones y nos clasificamos por primera vez para la Copa del Rey...".
Con el salto a la entidad caballa admite que "maduré y crecí. He hecho un máster. Sé que desde el barro a la élite es muy complicado escalar en tan poco tiempo, es casi imposible sin que nadie te regale nada. Ceuta no es la tierra en la que nací, pero me han recibido de forma espectacular y me consideran un ceutí más. Luhay Hamido fue la primera persona que confió en mí después de mi trabajo en el Xerez y de que unos iluminados pensaran que podían saber más de fútbol que una persona que llevaba casi cuarenta años dedicada en cuerpo y alma al fútbol. Jugué en ese club más de cien partidos como portero y estuve cuatro años como director deportivo muy a gusto, pero en cuanto Luhay me llamó y me dio plenos poderes, confianza y lealtad lo tuve claro. Llevo ya aquí cuatro temporadas espectaculares, fantásticas, es un cuento de hadas, una película con un guión al más puro estilo americano. Logramos el play-off en mi primer año y al siguiente el ascenso a Primera RFEF fue especial y emotivo. La permanencia en la categoría me la tomo como una auténtica obra de arte, fue inhumano el sufrimiento, pero lo conseguimos y era prácticamente imposible por la mala primera vuelta y toda la desventaja que teníamos, fue más importante que un ascenso. La pasada campaña logramos un billete para el play-off a Segunda y este curso, después de haber dejado el listón muy alto, hemos logrado la hazaña 45 años después en un grupo durísimo. Hemos quedado campeones y a falta de dos jornadas. Hemos entrado ya a formar parte de la historia del fútbol en Ceuta".

"El Xerez DFC está en buenas manos, en la dirección deportiva hay gente de fútbol, que es la que tiene que dirigir el fútbol"
Todos los que le conocen saben que vive por y para su club las 24 horas del día, pero también es xerecista, tiene amigos xerecistas y sigue al Xerez DFC. "Es un club que me marcó y, especialmente, lo hizo su afición, que siempre me ha demostrado cariño, tengo una columna en Chapín con mi foto. Viví en ese club mis últimos años como futbolista y mis primeros años como director deportivo y eso no se me olvida. Y, en el plano negativo, también me marcó lo mal que terminaron haciendo las cosas con el cambio de estructuras. Tuve la máxima confianza, cariño, respeto y apoyo por parte de Rafael Coca y de su directiva, pero los nuevos y las personas que entraron decidieron cambiar para encomendar el proyecto a un presidente que terminó dimitiendo, a un manager general que terminó cesado y a una directiva que generó fisuras y dando un paso al lado en un club deportivo sin ánimo de lucro y eso no se explica. Igual que no se explican los motivos por los que no seguí en el Xerez, todavía no entiendo que aquella historia acabara como acabó. Ellos sabrán. En Ceuta soy feliz, me siento querido, protegido y realizado a todos los niveles y, además, tengo una relación fantástica con el presidente, el entrenador y hasta con las autoridades de la Ciudad Autónoma, que nos muestran todo su apoyo y confianza. A día de hoy, el Xerez DFC está en buenas manos. En la dirección deportiva hay gente de fútbol, que es la que tiene que dirigir el fútbol, el resto puede ayudar y colaborar, pero lo mejor que hace es sacarse su carnet y apoyar desde la grada".
Desde que su equipo logró el ascenso hace ya una semana ha recibido numerosas felicitaciones y una de las que más ilusión le ha hecho es la del Ayuntamiento de Jerez: "No exagero y lo puedo demostrar, tenía más de dos mil mensajes de WhatsApp y también infinidad de mensajes por redes sociales después del ascenso. Ha sido una auténtica locura, todavía no he podido contestar a todo el mundo. Me sorprendió que el Ayuntamiento de mi ciudad, soy jerezano y ejerzo siempre, me felicitara por lograr un éxito en Ceuta. Me hizo ilusión, me llevé una gran alegría. Estoy muy agradecido, es un honor y un privilegio".
Ahora, tiene por delante un complicado reto, demostrar en el fútbol profesional que está capacitado para afrontarlo con las máximas garantías: "No me asusta. Me retiré con 43 años y al día siguiente era director deportivo. Como he comentado antes, había muchas dudas sobre si iba a estar capacitado y sobre si íbamos a conseguir el ascenso o no y logramos. No valía para Regional, pero ascendimos y luego otra vez a Segunda B. En Ceuta también he logrado dos ascensos y peleando contra históricos como Deportivo de La Coruña, Málaga, Murcia o Recreativo de Huelva... No me pongo techo porque confío en mi trabajo. Soy constante, vivo por y para mi profesión y voy de frente. Tengo los pies en el suelo y quiero disfrutar, todavía estoy en estado de shock, pero me encantaría llegar a Primera División. La Segunda División española es la séptima o la octava más importante de Europa y ahí estamos. Tengo la misma ilusión y pasión que tenía en 2017 siendo portero, pero ahora en lugar de llevar guantes llevo chaqueta y corbata".
Todo sacrificio merece la pena y en estos momentos en los que está en la cima no se olvida de sus orígenes ni de todas las personas que le han ayudado. "Me acuerdo mucho de mis queridos padres, Paco y Mercedes, que no me sueltan nunca de la mano desde arriba, les echo muchísimo de menos y hay momentos en los que no supero la situación. Tampoco me puedo olvidar de mi hermano Borja, mis dos sobrinos, de Nico Sosa, una persona que me guió el camino, y de todos mis amigos que siempre han estado ahí, que me han ayudado a levantarme cuando me he caído y que se han alegrado de las cosas buenas que me han pasado. Tengo que seguir creciendo siendo fiel a mi estilo, a nivel profesional lo considero un paso más. No es fácil lograr tantos éxitos consecutivos y no lo digo yo, lo dicen las estadísticas".
De momento, sigue en una nube y de celebración en celebración: "Ceuta está volcada, sus cuatro culturas están unidas y todo el mundo es feliz. Me siento contento porque lo he puesto todo de mi parte para devolverle al club y a una ciudad que me lo ha dado todo lo máximo también. Esto está patas arriba, estamos en todos los medios nacionales y es para sentirse realizado... El club y la ciudad merecían ya esta recompensa"... Y que el ritmo no pare.
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