La Copa Davis vivirá un giro de 180 grados a partir de 2019, con su nuevo formato. Pero la revolución todavía tiene muchos interrogantes que aclarar.

Francia y Croacia jugarán del 23 al 25 de noviembre la final de la última edición del viejo formato tras vencer a España y Estados Unidos, respectivamente. Los cuatro semifinalistas tienen una plaza garantizada en la fase final del 2019, que contará con 18 países y se disputará por primera vez en una sede única y en una misma semana. Las otras 12 plazas se definirán en la fase de clasificación del 1 y 2 febrero, que tendrá como preclasificados a Alemania, Argentina, Austria, Bélgica, Canadá, Italia, Japón, Kazajistán, Reino Unido, República Checa, Serbia y Suecia y cuyo sorteo se realizará el 26 de septiembre en Londres. Los dos cupos restantes serán por invitación.

Madrid apunta a ser la primera sede en noviembre, aunque no es oficial aún

Pero hay más incógnitas. La Federación Internacional de Tenis (ITF) anunció que la fase final será en Madrid o Lille. Aún no se confirmó la sede, aunque extraoficialmente trascendió que será la capital española del 18 al 24 de noviembre.

Jugando en septiembre, tras el US Open, la ITF busca evitar que la nueva Copa Davis sufra las habituales bajas del final de la temporada. Sin embargo, la fecha podría chocar con la resistencia de Roger Federer, promotor de la Laver Cup que enfrenta desde el año pasado a Europa con el resto del Mundo y que se disputa en septiembre.

Ahora se jugará en una superficie única y todo apunta a la pista dura, lo que ya ha generado las quejas de España, porque no se volverá a jugar en arcilla.

El nuevo formato producirá situaciones atípicas y habrá países que podrían tener que esperar 14 meses entre una serie y otra. ¿Cuál será el rol de los capitanes hasta entonces? Y otra duda es qué ocurrirá con la Copa Federación, la versión femenina de la Davis, que está bajo la órbita de la ITF.