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El golf confirma el cambio de guardia

Mientras Tiger Woods sigue luchando con los problemas físicos y teme un abrupto final de temporada, Rory McIlroy dio una nueva muestra del cambio de guardia que está viviendo el golf. Con una gran remontada en la última vuelta, el norirlandés conquistó el domingo el Bridgestone Invitational en Ohio y recuperó la cima del ranking mundial, un lugar de privilegio que no ocupaba desde marzo de 2013.

McIlroy, que hace dos semanas ganó el Open Británico, llega así en inmejorable nivel al PGA Championhip, el último Grand Slam del año, donde buscará desde el jueves su cuarto major. Con 25 años, demostró la enorme confianza que arrastra en el inicio mismo de la última vuelta en Ohio, logrando tres birdies en los primeros cuatro hoyos que supusieron un duro golpe mental para el español Sergio García, que llegaba a la última jornada con una ventaja de tres impactos.

La situación de Woods es exactamente la opuesta. Leyenda del golf e indiscutible dominador del circuito en su momento, el estadounidense sigue sin poder salir del pozo de las lesiones en el que está metido a sus 38 años. El ex número uno debió abandonar cuando disputaba el octavo hoyo de la última vuelta en Ohio debido a nuevos dolores en la espalda, la misma zona en la que fue operado a finales de marzo y que lo obligó a estar fuera de competencia por tres meses.

Con evidentes gestos de dolor, el californiano intentó jugar con cuidado, pero ni siquiera pudo quitarse por su propia cuenta sus zapatillas de golf y debió abandonar el campo de South Course en un vehículo conducido por su caddie. "Duele toda la parte baja de la espalda. No sé cómo ha ocurrido esto", lamentó el décimo jugador del mundo. Woods se lesionó ya en el segundo hoyo en un difícil golpe para liberarse en un búnker. Si bien continuó jugando, quedaba claro que sus golpes no eran los mismos. Su presencia en el PGA quedó así seriamente comprometida y tal vez también su futuro en el resto de la temporada.

"Sus golpes no eran los habituales en él, incluso después de su operación no eran así", analizó su compatriota y colega Bubba Watson. "Era evidente que algo lo molestaba. Le dije que confiaba en verlo la semana próxima y que rezaba por él", afirmó Watson. Woods ha ganado cuatro veces el PGA, pero lleva ya seis años sin llevarse un major. En caso de poder jugar, compartiría la primera ronda en el campo de Valhalla con Phil Mickelson y Padraig Harrington.

"Espero que sea sólo un músculo y no algo serio, porque me alegraría mucho jugar con él. Solo quedamos emparejados en muy raras ocasiones", aseveró el zurdo Mickelson.

De no poder competir esta semana en la ilustre cita, la temporada habría terminado ya prácticamente para Woods, quien no clasificaría para el play off de la FedEx Cup y tampoco estaría entre los elegidos por el capitán estadounidense, Tom Watson, para la Ryder Cup de finales de septiembre.

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