"El hotel-restaurante La Cueva Park estará aislado en el Gran Premio"
Según el empresario, desde el Circuito les han enviado 150 acreditaciones para acceder a su establecimiento, "sólo 150 que las tenemos que repartir entre los clientes del mesón, del hotel, personal, distribuidores... lo que nos deja un margen de actuación muy corto".
Joaquín Marín, propietario del hotel-restaurante La Cueva Park está indignado. Su establecimiento, situado junto al Circuito, vivirá estos días una situación insólita. Y no es porque se vaya a llenar de moteros deseosos de conocer Jerez y disfrutar de la competición, no. Más bien es al contrario. Joaquín se queja de que durante los tres días que durará el Gran Premio de MotoGP su hotel y su restaurante se encontrarán aislados, ya que la carretera de acceso a los mismos estará cerrada al público en general.
Según el empresario, desde el Circuito de Jerez les han enviado 150 acreditaciones para acceder a su establecimiento, "sólo 150 que las tenemos que repartir entre los clientes del mesón, del hotel, personal, distribuidores... lo que nos deja un margen de actuación muy corto".
Subraya que "durante los más de 30 años que llevamos aquí, hemos visto crecer el Circuito, pero desde hace unos pocos nos están condenando".
Joaquín no entiende que se haya tomado esta decisión, que influye negativamente en su negocio, "cuando tenemos sitio de sobra en nuestro aparcamiento, las motos o coches que vengan no molestarán y porque además, desde las cinco de la tarde ya no habrá nada, la carretera estará vacía. Con esta medida el acceso a nuestro local se encontrará cerrado las 24 horas del día durante los tres días que dura el Gran Premio", señaló.
El propietario de la Cueva Park cree que "es una decisión que se toma sin ninguna razón objetiva" y considera que cada año es peor, porque "hace tres años nos dejaban 300 acreditaciones, los dos siguientes 125 y este 150".
Joaquín Marín cree que esto supone una discriminación con respecto a otros negocios, máxime cuando hablamos de unas jornadas que se esperan como agua de mayo por la riqueza que puede generar en la ciudad.
Así, afirma que en la misma fecha de 2011 "facturamos un 50% menos con respecto a otros años y hemos perdido clientes por culpa de esta medida", se quejó.
Además, su protesta también se centra en que en muchos casos son los trabajadores del hotel los que deben acercar las acreditaciones a los propios clientes. "Muchos clientes nos piden que se las llevemos a tal o cual rotonda o allí donde estén, porque claro, al estar en un hotel, tienen todo el derecho a volver a la hora que quieran", concluyó.
También te puede interesar
Lo último