El CD Guadalcacín sigue con paso firme en la fase de ascenso de División de Honor y tiene licencia para soñar. El cuadro de Diego Galiano ha dado la campanada en el Municipal y ha derrotado por 1-2 al Montilla, líder del grupo, en una notable segunda mitad y con mucho sufrimiento.

Los azules encadenan tres jornadas sin perder y han recortados distancias con la parte alta de la tabla con encuentros aún por delante y con todo mucho más comprimido por los resultados que se han dado.

El Guada no entró seguro al partido y le costó muchísimo controlar a un equipo local volcado y dispuesto a sentenciar. Migue se convirtió en el mejor de los visitantes y evitó, con un par de paradas sensacionales, que su equipo se viese con el marcador en contra pronto.

A balón parado, el conjunto vinícola logró abrir la lata. Adri Delgado ejecutó de forma magistral una falta directa y colocó el balón en la escuadra de la meta defendida por Miguel (42'). El lanzamiento era imparable y el portero de los azules no pudo hacer nada pese a su gran estirada.

Así, terminaba una primera parte para olvidar, en la que los guadalcacileños no se sintieron cómodos ni fueron capaces de hacer daño a un cuadro local netamente superior y que mereció marcharse a los vestuarios con una ventaja mayor. 

Por detrás en el tanteador, Galiano agitó el árbol y realizó tres cambios en el descanso para buscar revertir la situación. Al Guada, con peor coeficiente que sus rivales, sólo le valía sumar de tres para seguir soñando.

Navarro, Copero y Chuliki saltaron al terreno de juego por Gómez, José Roldán y Crisitan y el conjunto jerezano fue a más, pero no llegaba una igualada que estaba mereciendo. 

El premio a la insistencia acabó por llegar. Navarro, a la salida de un córner, puso las tablas en el marcador a falta de un cuarto de hora para el final. Había tiempo para más.

El Montilla intentó estirarse, pero ahora sí no encontraba la forma de hacer daño a un Guada que cada vez tenía más fe en sus posibilidades y que creía más en la victoria pese a pasar por algunos apuros. La remontada la firmó Chuliki a dos minutos del final.

Todo parecía hecho, pero a los de Diego Galiano les quedaba aún sufrir. En el último suspiro del descuento, un trallazo desde fuera del área de un atacante cordobés se estrelló en el palo. Era un final de infarto para un encuentro muy bien trabajado por un Guada que sigue soñando y no se pone límites.

El domingo, una nueva final en el Fernández Marchán, en esta oportunidad ante el Cartaya, segundo clasificado, otro de los serios aspirantes a dar el salto de categoría y que llega después de haber encajado en Luis Rodríguez Salvador un duro correctivo al caer por 1-3 frente al Peña Rociera.