Con pie y medio en Primera

El Betis, con diez jugadores desde el minuto 53, impone su tesón ante el Granada

Musonda trata de explotar su velocidad ante Peñaranda, quien lo agarra para evitarlo.
Musonda trata de explotar su velocidad ante Peñaranda, quien lo agarra para evitarlo.
Curri Carrillo (Efe) Sevilla

07 de marzo 2016 - 05:02

El Betis ganó 2-0 al Granada en un partido en el que aguantó cuarenta minutos con diez hombres, por la expulsión del peruano Vargas, y sacó además agallas para imponerse a un rival al que hunde aún más al seguir en descenso. El triunfo bético llegó con un gol de N'Diaye a seis del final, tras lo que fue expulsado el meta Andrés Fernández y el Betis aprovechó que el lateral Biraghi tuvo que ponerse de portero para que Rubén Castro hiciera el 2-0, de falta directa.

Se medían dos equipos en racha y con objetivos claros: el Betis, acercarse más a la permanencia tras golear 0-3 el jueves al Espanyol y enlazar su quinto partido invicto; y el Granada, revitalizado por sus dos triunfos seguidos desde que llegó José González .

Sin el lesionado Javi Márquez, el entrenador rojiblanco apostó en el medio por Rochina, Rubén Pérez y Doucoure. En el Betis, Juan Merino recuperó a Montoya, ausente los dos últimos partidos por lesión y que cubrió la baja del sancionado Molinero, y repitió el mismo sistema con Rubén Castro en punta, escoltado por Cejudo, Fabián y el belga Musonda.

El choque comenzó sin intensidad ni fútbol, con un juego lento y carente de profundidad en ambos equipos, si bien los granadinistas, con la rapidez y la ambición de Peñaranda, El Arabi y Success en ataque, merodearon más por el área local, pero sin tener ocasiones. Los rojiblancos presionaron mucho la salida del balón del Betis y también en el medio campo, donde Rochina, Rubén Pérez y Doucuré le ganaron la batalla al senegalés Alfred N'Diaye y Dani Ceballos, que jugó más retrasado al ocupar Fabián la mediapunta, además de que los extremos béticos Cejudo y Musonda no entraron mucho en juego. El guión varió a la media hora. Merino dio entrada a Jorge Molina por Cejudo para ganar una presencia en ataque que hasta entonces no había tenido, lo que propició más llegadas de los verdiblancos, que poco antes reclamaron un penalti de Ricardo Costa sobre Pezzella en un salto de cabeza, tras un córner, que el árbitro no consideró. Aunque con un juego plano en un mal partido, el Betis tuvo opciones para adelantarse en el marcador ante un Granada que lo intentó tímidamente.

Tras el descanso, el Betis, en el que entró Joaquín por Fabián, salió dispuesto a trasladar al marcador el mayor dominio y empuje, pero en el minuto 53 llegó una acción que marcó el choque al quedarse el Betis con diez por la expulsión de Vargas por doble amarilla. Al cuarto de hora, Barral, que había salido por Peñaranda, tuvo el 0-1 en su cabeza, pero Adán, con un paradón, salvó el gol. Mientras, el Betis siguió muy ordenado, presionó e incluso tuvo ambición al salir en ataque cuando pudo, lo que le dio sus frutos a seis del final. Fue en un cabezazo de N'Diaye en un córner botado por Joaquín. Luego, fue Rubén Castro, de falta directa, quien remachó la permanencia virtual del Betis.

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