Béisbol

Los problemas de batear en Jerez

  • El Venenciadores tiene que superar muchos obstáculos para salir a competir los domingos. A pesar de todo, el equipo juega en Primera Nacional gracias al esfuerzo de los jugadores.

El equipo de béisbol de Jerez nació en 2010 de la mano de dos cubanos. Se llamaba Industriales Jerez -aunque no tenía nada que ver con el equipo de fútbol de la ciudad- y su propósito no era otro que el de poder ofrecer a los amantes del béisbol un rato para practicar este deporte. Pero pronto, aquel grupo de amigos en el que se encontraba algún que otro jerezano y que no tenía ánimo alguno de entrar en competición oficial vería cómo el club desaparecía. Jugar al béisbol en Jerez era un problema.

Sin embargo, y a pesar de que la situación poco o nada ha cambiado desde entonces, los seguidores de este deporte en Jerez no quedaron huérfanos, sino que se formaría un nuevo club que tomaría el testigo del anterior, esta vez sí, con la intención de salir a competir de forma federada. El nombre elegido para la nueva entidad fue el de Venenciadores de Jerez, ya que el pensamiento del equipo era recibir algún día el apoyo de una empresa relacionada con el sector vitivinícola de la ciudad.

Este equipo representa a la ciudad desde 2013 en competiciones como la Copa de Andalucía y la Liga, donde los Venenciadores están encuadrados en el Grupo Sur de lo que en fútbol se llamaría Segunda División A y en el béisbol español se conoce como Primera Nacional, antesala de la División de Honor. En este tiempo, el equipo plurinacional -la mayor parte de la plantilla, excepto dos jugadores, son de origen latino- ha luchado por llevar el nombre de Jerez con elmayor orgullo posible por toda Andalucía, llegando a ser incluso subcampeón andaluz en el último torneo regional celebrado en otoño.

Pero las dificultades acechan al equipo, que ni siquiera tiene un campo en el que disputar sus encuentros como local y solo puede entrenar una vez a la semana en la Pradera Hípica de Chapín. Como el equipo no es profesional, tampoco se pueden programar entrenos en días laborables, ya que los jugadores tienen que estudiar, trabajar o estar con sus familias. A esto se le suma que no todos los jugadores residen en Jerez de la Frontera, sino que se desplazan desde diferentes partes de la provincia para poder batear cada domingo. Asimismo, durante el campeonato regular de liga se suprimen los entrenamientos, porque los horarios de los encuentros coinciden con las horas estipuladas para los ensayos.

El último obstáculo mencionado pone algunas trabas más: aquel que se esté iniciando en el béisbol no puede continuar con su progresión junto a sus compañeros, ya que este tipo de jugadores no están federados. Por lo tanto, aquellos que quieren iniciarse quedan un poco rezagados en su aprendizaje y acaban dejándolo, aburridos al no poder progresar. Fernando Reguera, uno de los dos jugadores jerezanos del equipo, expone a este respecto el escollo que esto supone para la entrada de jugadores de la tierra en el club, algo que el considera fundamental para poder continuar con el proyecto en un futuro a largo plazo.

Los jerezanos, al menos de nacimiento, escasean: tan solo hay dos jugadores federados, tal y como relata Fernando, que se ha convertido en el portavoz del club en los últimos tiempos. Los demás jugadores son latinos afincados en nuestra tierra que también la sienten como suya. Dominicanos, cubanos o venezolanos forman el grueso del equipo.

Otro de los graves problemas para el desarrollo de la entidad es la falta de instalaciones, ya que el equipo no cuenta siquiera con un lugar en el Palacio de Deportes donde guardar los objetos propios (bases, carro para pintar las líneas del campo, bates, pelotas...). La aspiración de construir un campo en el solar que hay en el Complejo Deportivo Chapín junto a la Asociación de Tenis Jerez es un sueño para el Venenciadores, que ya se ha reunido en más de una ocasión con al Ayuntamiento para que se les cedan los terrenos. Pero habrá que trabajar mucho sobre aquella tierra para poder realizar el terreno de juego deseado, un proyecto que ya Fernando Reguera realizó para su trabajo de fin de carrera.

Y sin campo no se pueden jugar los partidos, por lo que el Venenciadores se desplaza siempre hasta el feudo contrario para actuar de local. Todos los domingos, los venenciadores ponen rumbo hacia otra ciudad andaluza para disputar allí dos encuentros , ya que por falta de recursos sería imposible viajar hasta en cuatro ocasiones a todos los campos del Grupo Sur de la Primera Nacional.

Comentar

0 Comentarios

    Más comentarios