La sonrisa de Federer en Melbourne

Roger Federer notó la falta de competición tras seis meses sin un partido oficial, pero superó al austríaco Jurgen Melzer en su debut en el Abierto de Australia. Federer superó la prueba de fuego al imponerse a Melzer, de su misma quinta, con 35 años, por 7-5, 3-6, 6-2 y 6-2 en dos horas y seis minutos, con mucho esfuerzo, alternando pasajes del partido en los que encadenó fallos, propios de su ausencia en el circuito, con delicados toques de su habitual repertorio. No era fácil la puesta en escena del suizo. Su rodilla necesitaba tiempo y sólo su participación en la Copa Hopman hace unos días le había servido para prepararse, y además Melzer le había ganado en el último enfrentamiento.