Las almadrabas de Cádiz respiran aliviadas tras desconvocar la huelga los inspectores de pesca
La medida se toma ante las negociaciones y un previsible acuerdo con el Ministerio
Las almadrabas de Cádiz advierten de una situación "insostenible" por la huelga de los inspectores

Cádiz/Los inspectores de pesca han desconvocado la huelga indefinida que mantenían desde hace más de dos meses y que en este tiempo había afectado de lleno a las almadrabas gaditanas, que ahora respiran tranquilas tras confirmarse la vuelta a la normalidad.
La semana pasada el colectivo informó de su intención de bajar la presión de la convocatoria, y este miércoles ha confirmado que anulan la medida de presión. La intención es "dar un margen de confianza a la Administración y al diálogo ante la previsión de un próximo acuerdo al respecto", han apuntado en el documento enviado a los ministerios implicados en este conflicto laboral. Los 174 inspectores de pesca marítima iniciaron el 3 de marzo una huelga indefinida -convocada por ELA y CCOO- para pedir mejoras laborales y que se les reconozca en el salario las condiciones especiales de su trabajo y su disponibilidad, así como formación y medidas para reforzar su seguridad.
Entre las principales demandas se encuentra el reconocimiento de su profesión como de riesgo, lo que les permitiría acceder a una jubilación digna y a condiciones laborales más acordes con la peligrosidad y penosidad de sus tareas. También buscan la implementación de un complemento específico que refleje la disponibilidad horaria que exige su labor, así como medidas de seguridad adecuadas y una formación especializada.
Este conflicto laboral ha generado un impacto significativo en la actividad pesquera, y puso sobre las cuerdas al sector almadrabero, que con el inicio de la campaña -un periodo muy corto que coincide con la migración anual que lleva a estos peces de gran tamaño en travesía desde el Océano Atlántico hasta el Mar Mediterráneo para desovar- en la última semana de abril veía peligrar el año. Desde el inicio de la huelga el 3 de marzo reclamaron una solución, sin dejar de presionar para que las partes -los trabajadores y la administración central- alcanzaran un acuerdo. Incluso los alcaldes de los municipios afectados se sumaron para aumentar la presión sobre el Ministerio de Agricultura y Pesca. En estas semanas se han tenido que abortar levantás y esperar durante horas la llegada de un inspector para poder faenar, aunque desde la semana pasada se ha vivido cierta normalidad por la rebaja de la convocatoria aplicada.
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