Entrevista | CANTANTE

Raule: “La gente no quiere escuchar problemas en mi música”

El artista jerezano Raúl Rubiales (Raule).

El artista jerezano Raúl Rubiales (Raule). / M. G.

Raúl Rubiales (Jerez, 1984) es la nueva sensación del flamenco. El aire fresco, desenfadado y canalla le ha granjeado un Premio Odeón en la categoría de artista revelación flamenco. El vuelo de Raule despegó sin pretenderlo, en plena pandemia y con las redes sociales como trampolín. Desde entonces, ha colgado el cartel de aforo completo en diferentes plazas de su gira como Sevilla, donde actuará en el Cartuja Center. Además visitará Torre del Mar (6 de julio), San Fernando (8 de julio), Isla Cristina (22 de julio), San Roque (25 de agosto) y Zahara de la Sierra (22 y 23 de octubre).

-Dio el boom con el tema La habitación prohibida, en plena pandemia y gracias a las redes sociales. ¿Cómo recuerda ese momento?

-Teníamos muy pocas visitas cuando sacamos la canción y no había muchas esperanzas puestas en ella, porque era muy personal. En cuestión de una semana, vimos que las visitas ascendieron a 120.000. Fue increíble. Después sacamos Oasis imperfecto, que también funcionó perfectamente y Yo quiero una vida contigo. Con Colegas antibalas nos vimos con un repertorio para cantar en directo. Es cierto que no esperábamos nada, me centré en lo que me gustaba y poco a poco fuimos subiendo escalón a escalón. 

-En muy poco tiempo sacó Limbo, su álbum con mayor alcance.

-El primer álbum, Sin Protocolo, fue algo improvisado. Venía de otro grupo, quería hacer algo en solitario e investigar en la música. Ese disco fue como una búsqueda hasta que encontré Limbo. Este trabajo es mi sello, me gusta lo que me gusta y vengo de donde vengo. Es mejor hacer bien lo que sabes a intentar investigar cosas que, por cuestión de tiempo y edad, no vas a poder seguir aprendiendo.

-Muchos temas de Limbo ya los había sacado previamente. ¿El resto los tenía compuestos?

-Para nada. Iba sacando las canciones que creía que podían gustar. Muchas se quedaron en una carpeta y no se si las rescataré algún día, pero no tenía nada más. Después llegó Cruje la cama, una rumbita un poco comercial con un trasfondo que hoy suma unas siete millones de visitas en Spotify.

"Es mejor hacer bien lo que sabes a investigar cosas que, por tiempo y edad, no vas a poder seguir aprendiendo”

-El Canijo afirmó en una entrevista que Jerez es como el Nueva Orleans de Andalucía. ¿Ha bebido de estas raíces de la ciudad?

-Claro. Tengo 38 años y cuando empecé a beber de la música lo hacía de la de mi tierra, porque no había internet y todo funcionaba de otra manera. Fue lo primero que entró por mi cuerpo. Sí que es verdad que me gusta mucho la música americana y, de hecho, escucho más que española. Intento hacer un mestizaje entre lo que ya sabía y lo que voy escuchando.

-Sus sonidos recuerdan un poco a Los Delinqüentes. ¿Podría considerarse una suerte de sucesor de la escuela garrapatera?

-Todo lo que he aprendido ha sido de los grandes y ellos lo son. He tenido la suerte de que músicos de Los Delinqüentes han grabado mis temas y llevo a Dani Quiñones, mi bajista, que forma parte de la Banda del Ratón y de Los Delinqüentes. Jerez está ahí y hay un mestizaje con los músicos brutal. Ellos tienen gran parte de culpa de que esto funcione. El poder convivir con gente a la que tienes ganas de volver a ver es lo más bonito de este trabajo.

-Hace poco envió un guiño a Manuel Carrasco a través de sus redes sociales. Además del onubense, ¿con qué otros artistas le gustaría compartir letras?

-Soy fan de Jorge Drexler y de Residente. Por la lírica de Jorge y por las verdades de la calle que cuenta René (Residente). Esa mezcla me encanta. A Manuel lo conozco desde hace mucho tiempo, he podido conocerlo como persona y para mí sería un sueño que cantara un tema conmigo algún día.

-Ha colgado el sold out en Sevilla y algunas de sus canciones ya son himnos para sus seguidores. ¿Cómo está afrontando la gira?

-No me he visto nunca en esta situación de actuar en plazas tan grandes. El año pasado nos fue muy bien, pero eran más pequeñas y metiendo 500 personas ya nos creíamos los reyes del mambo. Imagínate ahora con 3.500 en el Cartuja Center (Sevilla). Tengo mucho respeto e intentaré dar lo mejor de mí.

-Ha escrito sobre la amistad, la libertad, las derrotas, o sobre su hijo recién nacido. Más allá del amor, ¿a qué le gustaría cantar?

-Sin protocolo estaba lleno de temáticas sociales y la verdad es que a la gente no le apetece escuchar problemas en mi música. Por lo visto, a mí se me da mejor cantar sobre amor, desamor y sobre temas más esperanzadores que inviten a aprovechar la vida. Me he dedicado más a estos sentimientos.

-¿Ha pensado mezclar su sonido con otros géneros?

-Llevo más de 20 años en la música y al final lo que siempre me ha funcionado es lo que llevo haciendo toda la vida. Me gustan los sonidos secos y minimalistas. Cuantas menos cosas haya, mejor podrás escucharlas todas.

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