España

El PSC urge al Gobierno a "mover ficha" o "ni la reforma federal será la solución"

  • El presidente Ángel Ros considera que no realizar la consulta del día 9 de noviembre generará un incremento de la "frustación" de la población catalana.

El presidente del PSC, Ángel Ros, cree que si no hay consulta soberanista el 9N la "frustración" que prevé que surja en Cataluña puede llevar al populismo y a que las respuestas emocionales dominen las racionales, por lo que insta al Gobierno a "mover ficha" rápido o ni siquiera una reforma federal servirá de salida. Según ha afirmado Ros administrar el día 10 de noviembre puede ser complicado si, como parece, no hay consulta o referéndum el día 9 sobre si los catalanes desean la independencia.

Ha advertido, en este supuesto, que la no-consulta puede generar en la sociedad catalana un incremento de la frustración con respecto a la relación Cataluña-España, "y administrar una frustración es muy difícil y suele llevar al populismo, y este último no es sostenible en el tiempo". "No acuso a nadie de populista -ha matizado- simplemente digo que, cuando una gran mayoría de la población se siente frustrada, es muy proclive a caer en el terreno de los populismos, y entonces las salidas racionales son muy difíciles cuando dominan las respuestas emocionales".

Según Ros, que fue elegido presidente del PSC en un congreso el pasado 19 de julio, el discurso federal tiene el problema frente al independentista de que el primero es racional y cartesiano, mientras que el segundo es puramente emocional y as emociones tienden a sobreponerse cuando hay frustración. En su opinión, España perdió dos oportunidades, la primera al no respetar el nuevo Estatut cuando hubiera podido aportar estabilidad política durante al menos 25 años como ocurrió con el anterior, y la segunda fue al negociar el pacto fiscal y romper (el Govern) la baraja demasiado pronto. "La consecuencia de esto -ha añadido- es que hoy ni el Estatut ni el Pacto Fiscal serían suficientes para resolver el problema que hay en la relación Cataluña-España".

Ros considera, por este motivo, que el Estado debería mover ficha ya que, en caso contrario -ha insistido- la respuesta emocional irá por delante de la racional, y entonces ya no habrá alternativas". "En Madrid -ha recalcado- deberían ser conscientes de que el Estatut podía ser una solución y ahora ya no, que el Pacto Fiscal podía ser una solución y ahora no... que no lleguen tarde a la reforma constitucional y al estado federal", ha advertido.

Para el presidente del PSC, el escenario más probable es que en la Diada del 11 de septiembre habrá una movilización masiva en Cataluña y, a partir de aquí, "se entrará en un proceso 'in crescendo' de tensión" ante la dificultad de poder celebrar la consulta. "Pero el día 10 (de noviembre) el PSC mantendrá su discurso", ha explicado, y volverá a decir que es imprescindible el diálogo y el pacto, que hay que buscar un cambio en la relación Cataluña-España basada en un modelo federal y un reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado. "Nosotros -ha añadido- tendremos el mismo discurso mientras que otros tendrán que cambiarlo el día 10, y yo creo que esto los ciudadanos lo verán, por lo que también nos percibirán como una alternativa a la frustración, no como parte o causa de ésta".

Según Ros, el bloque de fuerzas que defienden la consulta radicalizarán el discurso tras el 9N y esta tendencia la mantendrán hasta llegar al "choque de trenes" con el Estado. En esta situación, ha explicado, no le gustaría que la respuesta de España fuese simplemente apretar un botón y suspender la autonomía, preferiría que se actuara con 'seny' (sentido común) y diálogo y se abriera "una vía posibilista".

A su entender, tras el fracaso de la reforma del Estatut y del pacto fiscal, "la sociedad catalana se ha ido crispando y ampliando su ambición nacional" y ahora mismo aparecen tres vías. "La primera vía es la de la consulta del 9N y todo lo que derive de ella, la segunda es la del inmovilismo del PP, y la tercera vía pasa por un modelo federal, además de un reconocimiento de la plurinacionalidad del Estado".

Esta tercera vía -"la primera para mí"- se sustenta, ha dicho Ros, en que el modelo del Estado de las autonomías está agotado, si bien ha alertado de que la alternativa "no consista en el mimetismo de cambiar comunidades autónomas por estados federados, hay que ir más allá", en la línea del federalismo asimétrico que propugnó en su día Pasqual Maragall.

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