El presidente del Gobierno en funciones, Pedro Sánchez, ha asegurado este lunes ante su intento de investidura, tras dar ya por fallida la del líder del PP, Alberto Núñez Feijóo, que el acuerdo "se puede, se debe y se va a alcanzar sin temor, con ambición y con audacia".

Sánchez ha mostrado ese optimismo ante su futura investidura en su intervención en un acto organizado por el Ateneo de Madrid, en el que ha subrayado que su Ejecutivo seguirá trabajando por el progreso y la convivencia con un proyecto que respalda "sin fisuras" a la Constitución.

Ha afirmado además que intentará esa investidura "sin dilación", en cuanto acabe "el tiempo de espera inútil" con el que ha dicho que Feijóo ha decidido "entretener" a la sociedad española.

Negociaciones

No ha hecho referencia a las negociaciones concretas que deberá haber con formaciones como Junts para lograr los apoyos necesarios en el Congreso pero, tras reconocer de forma general que serán complejas, ha defendido seguir apostando por la convivencia entre territorios.

Ha citado entonces a Cataluña para defender su posición "plenamente constitucional" con medidas "valientes y arriesgadas" en la pasada legislatura para dejar atrás "las barricadas y las trincheras".

Muy crítico ha sido con Feijóo y con la propuesta que le hizo de permitirle gobernar dos años, ya que cree que es "una excentricidad" y una "ocurrencia" que solo puede plantear alguien que no tiene proyecto.

Tras advertir de que habrá más "excentricidades" por parte de Feijóo hasta el pleno del Congreso en el que se debatirá esa investidura, ha lamentado que la veintena de días que quedan hasta ella van a ser "de la marmota" y un tiempo "estéril".

En ese contexto ha insistido en que el líder del PP está "más preocupado por mantener su puesto en su partido que por hacer algo útil para la vida de los ciudadanos". Una actitud que ha dicho que no es responsable, como cree que tampoco lo es "convertir su frustración personal", que ha asumido como legítima y comprensible, en un bloqueo colectivo e institucional.

Lo que confía es que tras su "fracaso" el 23J y en la constitución de la Mesa del Congreso, Feijóo "se dé de bruces con la realidad" en su investidura fallida, se dé cuenta de que no tiene los votos suficientes y que su socio exclusivo es Vox.

Un proyecto "claro, concreto y ambicioso"

El jefe del Ejecutivo ha hecho hincapié en que el 23 de julio España logró parar la ola reaccionaria de la ultraderecha en Europa, ha considerado que el país fue un "dique" ante esas tesis y se ha convertido en un referente para quienes creen en el progreso y para demostrar que se puede derrotar a los que están dispuestos a todo, hasta el uso de "la mentira y el engaño", para hacerse con el poder.

"El PP y Vox pueden proferir los exabruptos que quieran pero la democracia española es robusta, modélica, ha hablado con claridad y ha dicho 'no' a la propuesta derogatoria de los señores Feijóo y Abascal", ha añadido.

Tras criticar los acuerdos a los que han llegado ambas formaciones en comunidades y ayuntamientos por algunas de las medidas que han empezado a adoptar, ha contrastado la ausencia de proyecto que considera que tiene el PP con lo que él ofrece.

Así, ha recalcado que representa un proyecto "claro, concreto y ambicioso" que cree que se evidenció ya en la pasada legislatura y que espera seguir impulsando cuanto antes.

Un proyecto que ha resumido en seis prioridades: continuar modernizando la economía, la transición ecológica, los servicios públicos, la igualdad real, "volver a poner en marcha el ascensor social" y proseguir velando por la convivencia entre territorios.

Un programa que ha insistido en poner en marcha cuanto antes y por ello ha agradecido su respaldo a las fuerzas políticas "con altura de Estado" que han mostrado su disposición a entenderse con el PSOE y Sumar. Cuando el rey le designe candidato, en una fecha que ha dicho que él no puede concretar, ha afirmado que asumirá ese encargo con humildad y reconociendo que ningún partido puede gobernar solo.