España

"Si la Policía ocupa la Puerta del Sol, hay más plazas donde ir"

  • El blindaje policial en la céntrica plaza madrileña anima al colectivo del 15-M a tomar la "ciudad entera". Se ha vuelto a cortar el servicio de metro y trenes de cercanías en las inmediaciones.

"Si la policía ocupa Sol, hay más plazas".  Ya no hay dudas. El movimiento de los indignados ha resurgido  después de que las fuerzas de seguridad desalojaran el martes sus  últimos reductosen la Puerta del Sol de Madrid, desde entonces traen de cabeza a la policía  y a las autoridades. 

"Esto es lo que pasa por echarnos de la plaza", coreaban en el  centro de la capital española, donde tratan sin  éxito de "recuperar" la Puerta del Sol con protestas nocturnas que se  extienden hasta la madrugada. Este jueves lo intentaron también al mediodía,  ante la atónita mirada de los turistas y el temor de los comerciantes  de la zona a que se produjeran disturbios. La mayoría optó por echar  el cierre durante unas horas. "La lucha sigue cueste lo que cueste", gritaban los indignados  bajo un fuerte sol de verano. 

Tras dos meses y medio de tolerancia, el Ministerio del Interior  ha cambiado de estrategia, coincidiendo con la salida del candidato  del Partido Socialista (PSOE) a las elecciones generales, Alfredo  Pérez Rubalcaba, y su sustitución en el cargo por parte de Antonio  Camacho. 

Después de desalojar el epicentro y símbolo del movimiento, la  Policía mantiene blindada la Puerta del Sol, que cierra a cal y  canto, también a turistas y residentes, cuando se acercan los  indignados.  Ellos aseguran que el desalojo y la firme decisión de las  autoridades de no permitir que vuelvan se debe a la visita del papa  Benedicto XVI, que llega a Madrid el 18 de agosto para quedarse  cuatro días con motivo de la Jornada Mundial de la Juventud (JMJ) que  acoge la capital española. 

Y entre esa hipótesis y el hecho de que el Papa no parece contar  con demasiados fieles entre ellos -muchos, jóvenes de estética  alternativa- las consignas se dirigen también contra Joseph  Ratzinger. "Un Papa pagado bendice a robados", corean. 

Las fuerzas de seguridad no han llegado a cargar. Aunque la  tensión se ha elevado en ocasiones, los incidentes han sido mínimos.  Pero las autoridades persisten en mantener blindada la Puerta del Sol  para evitar una nueva acampada. Por primera vez desde la irrupción  del movimiento, han ordenado en determinados momentos el cierre de la  estación de metro y de la de trenes de Sol, para evitar que por ahí  se "cuelen" a la plaza los indignados. 

"Si no nos dejan tomar la plaza, tomemos la ciudad entera",  coreaban hoy algunos. 

Y es que, lejos de desistir, la estrategia por la que optan cuando  se acercan al kilómetro cero y no logran entrar es la de marchar por  calles cercanas, como la famosa Gran Vía, cortando el tráfico en uno  de los lugares de la capital española por el que más vehículos pasan.   "¿Para cuándo una visita a La Moncloa?", sugería un  manifestante. 

Las inmediaciones del Congreso de los Diputados, también  fuertemente protegido por la Policía, son asimismo paradas obligadas.  Y allí elevan la voz para repetir contra los políticos, ya de  vacaciones estivales, la consigna que hace más de dos meses y medio  hicieron famosa: "¡Que no, que no, que no nos representan!". 

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