Las 'TNT'

En el Madrid de los tertulianos, rompebolas de todas las Españas, no han sentado nada bien los resultados de las elecciones andaluzas. En algún programa de TNT, versión más explosiva del TDT, los insultos a los andaluces, vía sms, más benignos fueron llamarles "corruptos" y "vagos". Pero destacaron sobre todo las sugerencias de que a los de estos lares ni agua ni trabajo, por supuesto. De estos desaforados ataques, que rozaron en algunos casos la xenofobia, no se escapó ni el propio líder del PP andaluz, Javier Arenas, a quien culparon también de la derrota. ¿Por ser andaluz? A lo mejor. Inspirado en la lideresa Esperanza Aguirre, que paga la mayor parte de la factura de esta ensalada de insultos y mala baba, al pobre mío lo amortizaron, lo devaluaron, lo descuartizaron… Lo más cerca que lo mandaron fue al Consejo de Estado.

Trini

A la ex ministra de Asuntos Exteriores y diputada socialista por Málaga, Trinidad Jiménez, la echaron en falta en la celebración de la dulce derrota del 25-M en el PSOE malagueño. Por lo visto, nadie le advirtió de que su partido podía no darse el gran batacazo. Hay que avisarla, hombre. En fin.

Risas en el AVE

Como es sabido, después de las risas que el ex presidente Felipe González y el secretario general del PSOE, Alfredo Pérez Rubalcaba, se echaron en el AVE camino de Sevilla con Mariano Rajoy, a propósito de José Antonio Griñán, el líder del PP lanzó en el mitin de cierre de campaña de su partido el bombazo de que los tres opinaban lo mismo sobre el cabeza de cartel. Pues bien, desde el PSOE andaluz forzaron una rectificación de Ferraz cuando González estaba en el uso de la palabra ante un Pérez Rubalcaba que no daba crédito a tamaña indiscreción. Indiscreción de Rajoy, por supuesto; deslealtad, de los teloneros de Griñán, que debió pensar que, a veces, más vale solo que mal acompañado.

Comisión de investigación

Parece que uno de los escollos más importantes para que el PSOE e IU alcancen un acuerdo de gobierno sólido, la comisión de investigación sobre el caso de los ERE, está superado una vez que el líder del PSOE y actual presidente en funciones se ha comprometido a impulsarla en el nuevo Parlamento. A buen seguro que Manuel Chaves y José Antonio Viera comentaron la jugada en el café de media tarde que se tomaron el martes en una cafetería cercana al Congreso.

Niveles de alegría

Los resultados electorales provocaron, lógicamente, distintos niveles de alegría. Entres los afines a Griñán y la gente de Valderas, el alegrómetro casi se rompió ante unos resultados que no preveían ni sus propios líderes. Los sindicalistas y sus dirigentes también estaban en este grupo al ver que la huelga general tomaba nuevos bríos. En la zona templada se situaron los críticos con Griñán que siempre quieren que gane el PSOE. En la decepción más absoluta, aparte de los chicos de Javier Arenas, había algunos socialistas, que tenían preparada una hoja de ruta alternativa, sin Griñán, por supuesto, a tenor del gran batacazo que indicaban las encuestas. Ahora, con el liderazgo incuestionable del cordobés, lo normal es que todos, sin excepciones, vuelvan a lo más alto del alegrómetro. O no.

Autocrítica de todos

Tras las elecciones del 25-M, es el momento de la autocrítica. Todos los partidos están obligados a hacerla. El PP para comprender por qué no logró una mayoría absoluta que estaba cantada, el PSOE para entender la desafección generada en una parte importante de su electorado, IU para no caer en la autocomplacencia y el PA para salir de la irrelevancia. Pero también la tienen que hacer las empresas demoscópicas y los periodistas, que hemos sido incapaces de escuchar la voz última de la calle, que nos hemos creído que la opinión pública andaluza se reducía a las sesudas opiniones que emanan del círculo endogámico que creamos con los políticos.

La hora de Rosa

El empate entre la izquierda (PSOE e IU) y la derecha (PP y FAC) en Asturias tiene como principal aliciente saber con qué pie le pega mejor Rosa Díaz (UPyD).