Cinco años de Gürtel

Se cumple un lustro desde que Garzón iniciara, con la detención de Francisco Correa, una operación que acumula unos 140 imputados y cuya instrucción está a punto de finalizar.

Cinco años de Gürtel
Cinco años de Gürtel
Beatriz Pascual (Efe)

06 de febrero 2014 - 17:10

Se cumplen cinco años desde que el ex juez Baltasar Garzón iniciara, con la detención de quien se hacía llamar Don Vito, Francisco Correa, la operación Gürtel contra una supuesta trama de corrupción ligada a cargos del PP, que acumula unos 140 imputados y cuya instrucción está a punto de finalizar. "Le haré una oferta que no podrá rechazar", advertía, pelo gris hacia atrás, Vito Corleone. Esta frase de Marlon Brando en El Padrino debió sonarle muy atractiva a Francisco Correa, que eligió el nombre de Don Vito para presuntamente liderar una trama de ofertas en forma de viajes o relojes de lujo que ha implicado a numerosos cargos del PP, especialmente en Madrid y Valencia.

La mañana del 6 de febrero de 2009, el ex juez de la Audiencia Nacional Baltasar Garzón eligió como escenario para rodar la primera toma de esta investigación las calles de Boadilla del Monte, Majadahonda, Valencia, Marbella (Málaga) y Sotogrande (Cádiz). Entre el frío y los registros, fueron arrestadas cinco personas, entre las que se encontraban Correa, su mujer, Carmen Rodríguez de Quijano, y el presunto número dos de la trama, Pablo Crespo.

Según la Policía, hasta el desmantelamiento de la supuesta red mafiosa y desde 1996, la red Gürtel había manejado más de 25 millones de euros en dinero negro, que en su mayoría provenían de contratos que la Administración Pública adjudicaba a las empresas de la red, como Special Events u Orange Market, o de actos electorales que organizaban para el PP.

En el momento de la redada policial, Don Vito se encontraba en su lujoso chalet de la urbanización gaditana de Sotogrande, planeando presuntamente huir al día siguiente a un país iberoamericano. Ante el riesgo de fuga, Garzón ordena su detención y le imputa luego la supuesta percepción de comisiones gracias a su intermediación en operaciones urbanísticas o el fraccionamiento de contratos públicos, al que supuestamente recurrían Correa y su familia para evadir la ley.

De esta forma, el presunto cerebro de la trama pasó de los despachos de Génova y las bodas de alto postín, como la de la hija de José María Aznar, a las frías rejas de una de las cárceles más conocidas de España, la de Soto del Real (Madrid), en la que cuatro años y medio después ingresó el ex tesorero del PP Luis Bárcenas imputado en esta misma causa. Durante tres años y cuatro meses Correa permaneció entre los barrotes de esta prisión, de la que solo se libró cuando su madre abonó una fianza rebajada de 15 millones a 200.000 euros.

Crespo, que ingresó con Correa en prisión, era su mano derecha. Bajo el seudónimo de Maxwell Smart -nombre del conocido como Superagente 86- se dedicó, según consta en varios extractos bancarios, a evadir con Correa 17 millones de euros a Suiza por medio de empresas tapadera creadas en paraísos fiscales como Panamá o las Antillas holandesas y con las que ambos consiguieron eludir al fisco. Dada la extensión internacional del caso, no es de extrañar que la Audiencia Nacional haya ordenado 147 peticiones de información a 21 países, sobre todo a Suiza, donde casi cuatro años después de estas primeras detenciones el juez sucesor de Garzón en la Audiencia Nacional, Pablo Ruz, descubrió los 22 millones que poseía Bárcenas, apartado del caso Gürtel por falta de pruebas en septiembre de 2011 e imputado de nuevo seis meses después.

Hasta la apertura de esta pieza separada de la trama Gürtel, bautizada con el nombre del ex tesorero, el sumario apuntaba al posible enriquecimiento personal de líderes del PP. Sin embargo, tras considerar Ruz confirmada la presunta existencia de una contabilidad B en el PP la pregunta que se plantea es más compleja: ¿incurrió el PP en un delito fiscal al no declarar sus donaciones?

Ésta y otras preguntas tendrá que contestarlas Ruz durante este 2014, año en el que el magistrado deberá dirimir qué delitos mantiene de los múltiples que se atribuyen a esta red, como los de blanqueo de capitales, prevaricación, cohecho, fraude fiscal, tráfico de influencias, falsedad documental o malversación de caudales públicos. El Juzgado Central de Instrucción 5 de la Audiencia Nacional también tendrá que determinar a qué personas mantiene imputadas. ¿Se sentarán en el banquillo de los acusados Bárcenas, Correa y sus presuntos lugartenientes, Pablo Crespo; Álvaro Pérez, El Bigotes; Arturo González Panero, El Albondiguilla, o Milagrosa Martínez, La Perla? Se espera que en los próximos meses, salvo diligencias de última hora, el juez cierre este voluminoso caso de más de 2.000 tomos y un millón de folios, en los que se guardan los secretos de esta familia, cuyos miembros más celebres podrían sentarse pronto en el banquillo.

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