España

Seis claves para entender la disolución de ETA

Imagen de archivo de un comunicado de ETA.

Imagen de archivo de un comunicado de ETA. / EFE

El camino al final del terrorismo en España vivió un nuevo hito con la disolución de ETA, el grupo armado vasco que marcó a sangre y fuego más de medio siglo de historia reciente del país. Seis claves para entender un proceso que pone fin a una era:

¿Qué es ETA?

ETA, siglas de "Euskadi ta Askatasuna" (Patria Vasca y Libertad en vasco), es un grupo armado que mató a 853 personas (según cifras del Ministerio del Interior) desde su fundación en 1959 en lo que llamaba "lucha armada" por crear un Estado independiente en las regiones vascas del norte de España, la vecina Navarra y el sur de Francia.

Está considerado el último grupo armado de Europa Occidental desde la desaparición oficial del Ejército Republicano Irlandés (IRA) en 2008. También ETA anunció el fin de la violencia en 2011 y escenificó un desarme en 2017. Sin embargo, había evitado disolverse hasta hoy, cuando anunció ese último paso en una "declaración final".

¿Qué queda del grupo?

La imparable acción de las fuerzas de seguridad españolas y los sucesivos golpes a la cúpula de ETA reducen su situación actual a una sigla, cerca de 50 miembros y alrededor de otros 120 huidos, algunos en América Latina. Hay además unos 300 etarras presos dentro y fuera de España, en su gran mayoría alejados de cárceles del País Vasco.

ETA entregó a las autoridades francesas el grueso de su arsenal hace un año. Fuentes de la lucha antiterrorista consultadas por dpa consideran que el grupo conservó algunas armas -siguen apareciendo un año después de su supuesto desarme- pero queda virtualmente descartado que puedan usarse para nuevos crímenes.

¿En qué consiste su disolución?

En un documento titulado "Declaración final de ETA al pueblo vasco", el grupo dio por terminado su "ciclo histórico", aseguró haber desmantelado "el conjunto de sus estructuras" y dio "por concluida toda su actividad". El histórico etarra "Josu Ternera", prófugo desde hace 15 años, leyó también el comunicado en un audio y al parecer en un video visto por mediadores internacionales.

Mañana viernes hay convocada además una conferencia con actores internacionales en la localidad francesa de Cambo-les-Bains que certificará el proceso, aunque por el momento se conocen pocos detalles sobre el programa y los participantes en el evento.

¿Cómo vive España el posible final definitivo de ETA?

ETA intenta dotar a su posible disolución de la mayor repercusión posible para darle la envergadura de un gesto hacia la reconciliación y evitar la imagen de un grupo derrotado y de un final inevitable, lo que explica su intento por contar con el aval de actores, instituciones y medios internacionales.

En España, sin embargo, el problema más crudo sufrido por el país durante décadas se había dado ya por cerrado en gran parte, al menos desde el punto de vista de la percepción social, con el cese de la violencia en 2011. Naturalmente, el tema sigue siendo más candente dentro del País Vasco.

"Durante sus últimos años, ETA ha sido una sigla hueca en franca descomposición", dijo el fin de semana el ministro del Interior español, Juan Ignacio Zoido, en una entrevista con el "Diario Vasco". "Lo que hacen ahora es asumirlo. Pero formalmente estaban derrotados hace un tiempo".

¿Cómo ven las víctimas la disolución de ETA?

Con ojos muy críticos. "Este no es el final que merecíamos las víctimas", denunció Consuelo Ordóñez, presidenta del Colectivo de víctimas del terrorismo Covite, al presentar el miércoles un manifiesto titulado "ETA quiere poner el contador a cero".

Las víctimas reclaman de ETA un perdón sincero y su colaboración para aclarar más de 300 crímenes que siguen sin resolverse. Rechazan además tajantemente cualquier gesto hacia el grupo y critican que el Gobierno le permitiera "gestionar" el proceso de su disolución.

¿La disolución cierra definitivamente la historia de ETA?

Los colectivos que vienen gestionando la disolución de ETA creen que abrirá la puerta a acercar al País Vasco a los alrededor de 300 etarras que se encuentran presos en su gran mayoría en cárceles alejadas de la región del norte de España: la última gran reivindicación del entorno del grupo y de diversas plataformas.

La postura de Madrid, por el momento, es inflexible. "ETA puede anunciar su desaparición, pero no desaparecen ni sus crímenes ni la acción de la Justicia para perseguirlos y castigarlos", alertó hoy el presidente del Gobierno, Mariano Rajoy. "Haga lo que haga, ETA no va a encontrar ningún resquicio para la impunidad de sus crímenes".

Por lo demás, tanto el Gobierno como las fuerzas de seguridad consultadas por dpa insisten en que, pese al anuncio de la disolución, continuarán las operaciones contra ETA y los intentos por aclarar los cerca de 300 crímenes que siguen sin resolverse, principal capítulo abierto tras medio siglo de violencia.

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