Las amistades peligrosas de la fiscal

Delgado baila en el alambre

  • El Gobierno cierra filas con la ministra de Justicia, reprobada por el Senado y que llama “maricón” a Marlaska en una comida con Villarejo

Fernando Grande-Marlaska y Dolores Delgado muestran su cariño ayer en el pleno del Senado.

Fernando Grande-Marlaska y Dolores Delgado muestran su cariño ayer en el pleno del Senado. / Zipi / EFE (Madrid)

Dolores Delgado se ha instalado en el ojo del huracán. La ministra de Justicia ha sido reprobada este martes en el Senado horas después de que una grabación del ex comisario José Villarejo la dejara en mal lugar ante su homólogo de Interior, Fernando Grande-Marlaska, y ante la opinión pública, desconcertada ante una relación que se antoja cercana con el ex policía encarcelado y que resulta ominosa para el líder de Podemos, Pablo Iglesias, que reclama una dimisión que sumarían tres en el Gabinete de Pedro Sánchez.

El PP hizo valer ayer su mayoría absoluta en la Cámara Alta para reprobar a Delgado en una jornada especialmente dura para la ministra, primer miembro del Ejecutivo de Sánchez reprobado por las Cortes, después de que se filtraran nuevos audios grabados en una comida que compartió en 2009 con Villarejo.

Los populares plantearon en su día la censura a Delgado al considerar que había abandonado al poder judicial y al juez instructor de la causa del procés, Pablo Llarena, ante la demanda presentada en Bélgica por el ex presidente de la Generalitat Carles Puigdemont y cuatro ex consejeros fugados.

Pero ese debate quedó sepultado a lo largo de la jornada por las grabaciones de la comida con Villarejo, publicadas por Moncloa.com, un digital creado este mismo mes, en las que presuntamente Delgado llama "maricón" a Grande-Marlaska.

Con Pedro Sánchez en Estados Unidos, la portavoz del Ejecutivo, Isabel Celaá, ratificó en los pasillos del Senado que el Gobierno "mantiene" y "tiene confianza plena" en Delgado.

Sin embargo, el líder de Podemos, principal apoyo del Gobierno, dejó claro que no ve el mismo futuro para la ministra de Justicia: "Alguien que se reúne de manera afable con un personaje de la basura de las cloacas de Interior en nuestro país debe alejarse de la vida política porque hace daño a la mayoría que protagonizó la moción de censura".

Delgado señaló que los que la conocen, incluido el propio Grande-Marlaska, saben que no se refería a él cuando usó el apelativo que se escucha en la grabación.El ministro aseguró por su parte que no se siente ofendido y lo escenificó dando un cariñoso abrazo a su compañera de Gabinete ante las cámaras al coincidir en sus escaños de la Cámara Alta.

Justicia pasó de decir que Delgado no había tenido "relación de ningún tipo" con Villarejo, a negar cualquier "tipo de relación personal, profesional, oficial o no oficial" con el ex comisario "más allá de haber coincidido con él en compañía de otras personas en algún evento".

Delgado negó un cambio de versión en sus explicaciones e insistió en que vio tres veces a Villarejo cuando era un comisario "condecorado", con el que, recuerdan en el Ejecutivo, se reunían cientos de personas, pero que no tuvo nunca relación con él en su faceta de abogado o asesor privado.

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